Juliana Awada, sonriente y de la mano de su pequeña hija Antonia, acompañó al presidente Mauricio Macri al acto de una nueva edición de la Exposición Rural en Palermo. La primera dama volvió a cautivar con su elegancia en el marco del regreso de un máximo mandatario tras 15 años de ausencia al evento más representativo del campo.
Lució un look trendy y fashionista y tuvo como mejor aliada a su hija de cuatro años: ambas estuvieron engamadas bajo una paleta de colores marrones. Juliana vistió un catsuit negro pero su touch glam fue la prenda superior: "la pieza principal de su look es el chaleco de piel sintética ribeteado en cuero", le dijo Maureene Dinar a Infobae.
La prenda superior utilizada por Awada fue objeto de algunas críticas en las redes sociales: algunos detractores supusieron que se trataba de un atuendo a base de pieles naturales, cuando era todo sintético.
La prestigiosa diseñadora calificó el estilo de la primera dama como "sport elegante". A tono con el chaleco de piel que llevó Antonia, se entabló un evidente composé entre ambas.
A su vestuario, la esposa del presidente eligió zapatos clásicos negros, bajos con punta redonda. Para resaltar su belleza hipnótica y sus fisonomía, se valió de un suave make up y de un peinado recogido del tipo pin up o sixty.
Juliana Awada reforzó su condición de ícono de estilo con esta presentación en La Rural. Su vestuario suscribe la tendencia de aggionamiento del look de la década del '60 y '70 que busca imponer la primera dama. Ella apostó, otra vez, a un look retro, con reminiscencias del pasado, rebautizado al presente.
Hace apenas dos días, junto a Mauricio Macri recibieron la visita del máximo mandatario mexicano Enrique Peña Nieto y su mujer Angélica Rivera. Juliana conquistó con un look relajado y chic: un vestido corto, bordado con los colores de la bandera mexicana, stilettos negros y el pelo recogido.