Los argentinos son los más altos de Sudamérica

Una investigación de la Imperial College of Londres y la OMS en 200 países diseñó el ranking global de estatura para ambos sexos. Los hombres pasaron de ocupar el puesto 91 al 55, por arriba de Brasil, mientras que las mujeres del 117 al 96, todo en un siglo

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Los argentinos ocupan el puesto 55, mientras que las argentinas se posicionan en la plaza 96
Los argentinos ocupan el puesto 55, mientras que las argentinas se posicionan en la plaza 96

En 1914, el argentino promedio medía 162,3 centímetros. En la actualidad, su altura ronda los 174,6. El crecimiento de 12,3 centímetros de abuelos a nietos en un siglo de historia establece que los argentinos son los sudamericanos más altos. Un registro que también lo catapultó del puesto 91 de otrora al 55 actual en la categorización de las personas más altas del mundo.

Las argentinas repiten la tendencia evolutiva a niveles de altura, pero por debajo de los promedios que declaran las uruguayas y brasileñas. Las mujeres nacidas en el país subieron 21 lugares -del puesto 117 al 96- de la escala global con su crecimiento de 8,6 centímetros en cien años: de 150,6 a principios de siglo pasaron a medir 159,2 centímetros.

Los belgas son en promedio, detrás de los holandeses, los más altos del mundo
Los belgas son en promedio, detrás de los holandeses, los más altos del mundo

Los argentinos en general se ubican en un plano medio del crecimiento de estatura mundial. Aunque la tendencia, como el común de la región sudamericana y las naciones del sur europeo y del este asiático, evidencia un crecimiento sostenido y contempla radicalizar esta evolución en las próximas décadas. En países como Estados Unidos o Reino Unido, los registros se han estancado. Mientras que en la África negra, integrada por Uganda, Ruanda y Sierra Leona, la estatura promedio está en declive: las nuevas generaciones miden cinco centímetros menos que hace media siglo.

Los resultados arrojados son una fuente de estudio, análisis, consideraciones y presunciones. La prolífica investigación estuvo a cargo del Imperial College of London, una de las más prestigiosas universidades británicas, en manera mancomunada junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y una red de 800 investigadores desperdigados por todo el mundo. El informe que certificó que la humanidad ha elevado sus medidas en comparación a sus antepasados se valió de datos recopilados en 200 países, el compendio de una población cercana a las 18 millones de personas. El estudio, publicado en la revista científica eLife, resultó ser el análisis de estatura más completo y verídico jamás realizado hasta la fecha: un registro de la evolución en talla en el período comprendido entre 1914 y 2014.

Holanda tiene a los ciudadanos más altos del mundo. Letonia, a las más altas (El País)
Holanda tiene a los ciudadanos más altos del mundo. Letonia, a las más altas (El País)

Las ramificaciones de sus revelaciones son por demás variopintas. Sus conclusiones pueden clasificarse en términos gráficos. Los holandeses, con su altura media de 182 centímetros, son los más altos del planeta; los más bajos, los de Timor Oriental con un promedio de 162 centímetros. En las mujeres, las letonas están por encima del resto con sus 170 centímetros, con una notable distancia sobre las guatemaltecas que promedian la altura más baja del mundo: 149 centímetros.

Irán y Corea del Sur son los países cuya población más han crecido. En sólo cuatro generaciones, los iraníes ganaron más de 16 centímetros de altura, mientras que las surcoreanas crecieron 20,2 centímetros. La brecha entre los hombres más altos y los más bajos se incrementó cuatro centímetros en relación a las estimaciones de principios del siglo XX. En los registros femeninos y en la diferencia global entre sexos, la distancia permanece inalterable.

Irán y Corea del Sur son las poblaciones que más han crecido en comparación a 1914 (El País)
Irán y Corea del Sur son las poblaciones que más han crecido en comparación a 1914 (El País)

El otro enfoque que se desprende de esta fecunda investigación es el sociocultural, el factor que devela las razones de este fenómeno. Los dígitos informan más sobre la persona y su entorno que la mera cifra estadística de su estatura. El estudio describe que a mayor altura, la vida es más sana y más larga. Esta característica está asociada a un mejor estatus social, mejor calidad de vida como de ingresos y de nivel educativo. La riqueza de un país puede ser atribuible a la altura de sus habitantes, convirtiéndose en un indicador mundial del desarrollo sostenible de una nación, vinculado a niveles de salud, longevidad, nutrición, educación y productividad económica.

El crecimiento exponencial, medible en centímetros, de la humanidad responde a un incremento en la esperanza de vida y un menor impacto de las enfermedades en la infancia. Esta investigación postula ambos conceptos para explicar por qué los abuelos son más petisos que sus nietos, ambos en edades adultas.