Crimen de Araceli Fulles: uno de los hombres liberados amenazó con un arma al testigo que aportó datos en su contra

Se trata de uno de los cuatro excarcelados por la Cámara de Apelaciones de San Martín

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Araceli Fulles, la joven que desapareció y fue hallada muerta tras 25 días de búsqueda
Araceli Fulles, la joven que desapareció y fue hallada muerta tras 25 días de búsqueda

La Cámara de Apelaciones de San Martín decidió ayer liberar a cuatro de los cinco hombres que estaban detenidos por el crimen de Araceli Fulles, la joven asesinada en Loma Hermosa, partido de San Martín, en abril de este año. Uno de ellos, Carlos Damián Cassalz (34), fue denunciado por amenazar al testigo que aportó datos en su contra.

El hombre, que es dueño de un corralón de José León Suárez, fue denunciado el sábado último. A partir de esta decisión fue que el padre de Araceli, Ricardo Fulles, se enteró la excarcelación de los cuatro sospechosos de matar a su hija.

De acuerdo con la denuncia, Cassalz habría amenazado con un arma al testigo, por lo que se inició una nueva causa en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de San Martín y se ordenaron diversas diligencias, entre ellas, la búsqueda del arma, que no fue hallada.

Mónica Ferreyra, madre de Araceli Fulles, contó que el sábado entre las 13 y las 14, Cassalz se acercó a la casa de un testigo, que no se encontraba en el lugar, por lo que atendió su madre, a quien el acusado le advirtió: "Si lo veo a su hijo le tengo que partir el pecho porque no nos ayudó en nada en la causa".

Mónica Ferreyra, madre de Araceli Fulles
Mónica Ferreyra, madre de Araceli Fulles

El principal sospechoso de asesinar a la joven de 22 años, Darío Baradacco, es el único que continúa detenido. En total llegó a haber ocho detenidos pero hace un mes ya habían recuperado la libertad tres de ellos. La Cámara consideró que no hay pruebas que vinculen a los liberados con la desaparición y el femicidio de Araceli.

Los otros tres que recuperaron su libertad por falta de mérito son Hernán Badaracco, hermano de Darío; Marcelo Escobedo y Hugo Cabañas, dos hombres que trabajan en el corralón de Cassalz.

En su resolución, la Cámara consideró que por la "ineficiencia del sistema investigativo" no pudieron obtenerse las pruebas necesarias para probar la participación de estos cuatro sospechosos en el hecho.

Araceli fue vista por última vez con vida el 2 de abril a la madrugada, en una plaza cercana a su casa de San Martín, pero su cuerpo fue encontrado el 28 de abril, 25 días después, debajo de unos escombros en el fondo de la casa de Badaracco, en José León Suárez.