Fueron al menos 10 los efectivos de la Policía de Tucumán que se necesitaron para contener a un hombre y sus cuatro hijos luego de la condena que recibieron de parte de la Justicia por el crimen de Damián José Díaz, de 24 años, quien murió tras el ataque de una patota.
Los incidentes ocurrieron en el interior de los tribunales tucumanos y la violencia se intensificó al punto que voló un escritorio y uno de los jóvenes debió ser alzado entre cuatro policías para poder ser retirado. Inclusive la madre de los jóvenes intervino pidiendo que no los lastimaran, sumándose a la escena que fue registrada por vario teléfonos celulares de testigos.
Según publica el diario tucumano La Gaceta, José Humberto "Pelao" Cabrera, de 43 años, y su hijo Jonathan, de 23, fueron condenados a 15 años de prisión por el crimen de Díaz. Los otros tres hijos de "El Pelao", Jorge (27), José (26) y Brahian (25), fueron condenados a 12 años. A estos últimos sin embargo se les dictó la preventiva, aunque con una caución de $ 70.000. Además, se trabaron embargos sobre una moto y un auto de la familia, precisó el medio.
Pese a la resistencia de los cinco imputados, luego de varios minutos de forecejeo, los efectivos de la guardia de Tribunales lograron reducirlos y llevarlos a la cárcel de Villa Urquiza.
La fiscal de Cámara Estella Gifoniello, durante sus alegatos, había acusado a todos de ser coautores del delito de homicidio en ocasión de robo. Los jueces Dante Ibáñez, Juana Juárez y María Alejandra Balcázar, en un fallo unánime, consideraron que todos eran culpables.
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