Más de 100 personas tuvieron que ser rescatadas en las inmediaciones del Puerto de Olivos después de que un catamarán de turismo quedara varado a pocos metros de la costa.
La tradicional embarcación "Libertad" había zarpado durante la noche del domingo con unos 123 pasajeros. La mayoría de ellos son docentes del conurbano bonaerense que habían solicitado el servicio para celebrar el Día del Maestro en medio del Río de La Plata.
Cerca de las cinco de la mañana, el catamarán inició el regreso hacia la costa, cuando en un momento se quedó varado debido a la importante bajante del agua.
"Al no poder ingresar, se inició un protocolo en conjunto con la Prefectura Naval, Defensa Civil y la Municipalidad de Vicente López para asistir a los pasajeros", informó Santiago Espeleta, secretario de Seguridad de Vicente López, al canal C5N.
Debido a las fuertes ráfagas de viento y al mal clima, se decidió diseñar una suerte de conducto con señaladores en el medio del agua para poder evacuar a los pasajeros a pie y en pequeños grupos. Las personas se trasladaron mediante una guía de una soga y la compañía de efectivos de la Prefectura.
Dos personas que sufrieron descompensaciones fueron las primeras en ser rescatadas. Una de ellas fue trasladada en camilla y recibió atención médica y psicológica una vez que pisó tierra. Las tareas de rescate continuaban pasado el mediodía del lunes.
Según pudo averiguar Infobae, una fuerte rotación del viento en el transcurso de la madrugada hizo que la bajante se presentara a niveles muy inferiores a los valores tabulados para esos momentos del día.
Para fortuna de los afectados, al tratarse de un terreno blando y sin rocas, no se sufrió ninguna avería que pudiera afectar a la estanqueidad de la embarcación.
"Una vez que llegaron a la costa, allí se los esperaba con bebidas calientes, abrigos, mantas y medias secas. También se dispuso un equipo especial para emergencias ofrecido por el Hospital de Vicente López", advirtió Espeleta.
A aquellos pasajeros que no se animaron a descender y trasladarse a pie hasta la orilla se les ofreció que aguardaran dentro del catamarán, hasta que la embarcación pudiera moverse nuevamente por sus propios medios.