Paro de kiosqueros: no harán recarga de la SUBE durante 72 horas

La medida comenzará a regir mañana; es en reclamo al Estado por una rentabilidad más digna en el servicio

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A partir de mañana, la Cámara de Kiosqueros Unidos (CKU) dispuso un paro general de 72 horas en el sistema de recarga de las tarjetas SUBE, en reclamo de la recuperación de una rentabilidad digna sobre su uso y una modificación de la ley que prohíbe el cobro de un adicional.

Los más de 12.000 kioscos que ofrecen el servicio de carga para el uso del transporte público le piden medidas al Ministerio de Transporte de la Nación y advierten que, en la actualidad, la prestación se vuelve insostenible.

"Cuando comenzó el sistema, el Estado nos pagaba el 1 por ciento, nos debitaba los insumos, nos atendían ante cualquier inconveniente. Con el pasar del tiempo, se dejó estar todo, se tomaron malas decisiones, se dejó al libre albedrío el sistema de transporte y hoy en día nos pagan el 0,20%. Por cada 100 pesos que cargamos, la ganancia bruta que tenemos es de 20 centavos", afirmó el presidente de la CKU, Sergio de Acha, a Luis Novaresio en Radio La Red.

La medida de fuerza se iniciará el primer minuto del miércoles y se extenderá hasta las 23.59 del viernes y se espera un acatamiento de la gran mayoría de kiosqueros que ofrecen el servicio de carga.

Según De Acha, el sistema de carga de las SUBE se distorsionó una vez que el Estado decidió ampliar el servicio a miles de kioscos y aparecieron cientos de distribuidoras e intermediarios.

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"Aparecieron muchos proveedores en el medio entre Nación servicios y el kiosquero. Y estos se llevan la plata que es del kiosquero. Al haber tantos intermediarios, nosotros, los kiosqueros, estamos subvencionando el sistema de transporte público", se lamentó De Acha.

El presidente de la CKU advirtió sobre el déficit económico que le supone a un kiosquero la merma de la ganancia por parte del Estado en el día a día.

"De esos 20 centavos por cada 100 pesos de carga, nosotros tenemos que descontar el pago de internet, unos diez rollitos de abono fiscal que cuestan unos 150 pesos, y la electricidad, que en muchos casos se paga más que por el alquiler del local", aseguró.

La exigencia principal de la Cámara de kiosqueros radica en poder mantener reuniones con representantes del Ministerio conducido por Guillermo Dietrich. La idea es poder establecer nuevos términos respecto a la ganancia de los comerciantes por la oferta de la carga de la tarjeta.

"Los kiosqueros no somos ambiciosos. Queremos que se valore el trabajo que nos lleva cargando tarjetas durante 24 horas, yendo al banco, perdiendo una hora de tiempo en depositar la plata, el riesgo, el volver. Creo que nos tendrían que dar el 5%", afirmó De Acha.

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