El lustrabotas más famoso de Buenos Aires: su papá le lustró a Perón y él quiere llegar a Macri

Agustín Gómez es ciudadano ilustre de la Ciudad y un clásico en el microcentro porteño

Compartir
Compartir articulo
infobae

Agustín el "Negro" Gómez lustra zapatos en Diagonal Norte y Florida desde hace más de 20 años. "Mi viejo laburó 30 años en esta esquina, un día se enfermó y me pidió si lo podía reemplazar, porque siempre hay buscas que se quieren adueñar de los lugares", le explicó a Infobae el lustrabotas más famoso de Buenos Aires, que a la mañana siguiente, como heredero de un legado que hubo que proteger, se sentó por primera vez con un cajón y dos latas de pomada en ese rincón del microcentro del que no se fue nunca más.

"Como te ven te tratan y si te ven mal te maltratan", dice el "Negro" citando a Mirtha Legrand para explicar su muy prolijo atuendo, con camisa, corbata y, por supuesto, un par de zapatos en punta que brillan más que los de cualquiera en Diagonal Norte. Está frente a su puesto de lustrado, empapelado con fotos suyas en las que va de chaquet y bombín, jactándose con todo el mundo de una sonrisa amplia que hace imposible no responderle con otra.

infobae

La idea de vestirse así dice que se le ocurrió cuando vio en televisión una propaganda de pomada Wassington en la que aparecía un negro vestido de smoking. Al otro día llamó por teléfono a la marca y les dijo que si le daban ropa de gala y un cajón de dos pies -el primero que hubo en Buenos Aires- él podía ser su "negro" y promocionarlos. "Pomadas Wa-ssing-ton", canta Agustín la melodía del comercial mientras lo cuenta.

El cajón de dos pies de Agustín, el primero que hubo en Buenos Aires
El cajón de dos pies de Agustín, el primero que hubo en Buenos Aires

"Mi idea es que los lustrabotas estemos vestidos con chaqueta, con bombín, pasando música ciudadana", deja saber mientras arriba de su cabeza, un plasma instalado en su puesto reproduce un compilado de entrevistas y apariciones en distintos programas de televisión. Mientras charla con Infobae el reproductor está pasando un fragmento de El Emprendedor del Millón, un reality conducido por Andy Freire en Telefe en 2013 en el que 12 participantes competían para que se financien sus proyectos. "Yo no tengo libros, tengo cuarto grado, pero tengo la universidad de la vereda", se presentaba en el ciclo.

El puesto de Agustín está ubicado en un lugar estratégico de la Ciudad: a una cuadra de Plaza de Mayo, a tres de la Casa Rosada y a cinco del Obelisco, un rincón porteño que hizo suyo a lo largo de los años y en el que todos saben quién es.

Antes de él estuvo por 30 años en esa esquina su papá, Agustín Hortencio, que llegó a lustrarle las botas al General Juan Domingo Perón. El "Negro" en cambio todavía no pudo darse el gusto de lustrar el calzado a un Presidente, aunque admite que si pudiera elegir querría "lustrarle a los actuales". Inclusive se anima a una propuesta más ambiciosa: "Cuando se entrega la banda y el bastón a mí me gustaría tener la oportunidad de ir y lustrarlos como un personaje de la ciudad de Buenos Aires", dice.

infobae

"Yo le lustro a mucha gente del Gabinete, del número dos para abajo me conocen todos", asegura y agrega: "La diferencia está en que hay muchos que titubean cuando dicen que son lustrabotas y yo en cambio pateé el tablero. Soy Ciudadano Ilustre, fundé la Mutual de los Lustrabotas, hice radio, televisión, teatro", y en medio de la enumeración se acuerda de una función en la que se olvidó las líneas arriba del escenario y salió del paso recitando la "Milonga Lunfarda" de Edmundo Rivero.

Agustín no se queda quieto, camina, se mueve por la vereda, saluda a los que pasan, prende un cigarro y se toma 10 minutos para charlar mientras su hijo atiende a una pareja de turistas colombianos que está maravillada con su "Mueble Ergonómico de Lustrado", el primero instalado en la Ciudad y por el que el "Negro" fue nombrado Ciudadano Ilustre en 2010.

Los proyectos se le salen solos mientras habla y van desde la habilitación de más puestos como el suyo para que sus compañeros también "dejen de estar de rodillas" como dice, hasta un programa de televisión protagonizado por él mismo.

infobae

"A uno de los productores que acaban de ser premiados en los Martín Fierro le propuse hacer un programa, Chamuyo y lustrada", arranca antes de detallar parado en la vereda que "sería aquí mismo, con un cafetero de la calle, con el murmullo", y señala en el aire donde iría cada cosa.

Pero de todos los proyectos el que más le entusiasma, ese que le cambia el tono cuando lo cuenta y en su boca suena más a necesidad que a sueño, es el de lograr que los lustrabotas sean "incluidos en el mobiliario urbano de la ciudad". Eso significaría para él que otros puedan tener un "Mueble Ergonómico de Lustrado" como el suyo y, como ocurre con los puestos de flores o de diarios, ser parte del paisaje urbano, pero sobre todo poder trabajar en "condiciones más humanas".

infobae

"Hay fotos que muestran que Sarmiento se lustraba las botas, otra del mismo Presidente con un tipo lustrándole los zapatos de rodillas", describe Agustín haciendo alusión a una imagen de cuando Mauricio Macri era Jefe de Gobierno porteño y se pregunta: "¿Clonan a los seres humanos y nosotros vamos a seguir lustrando con un cajón de rodillas?".

En 2010 fueron donados 300 "Muebles Ergonómicos de Lustrado" por la empresa europea de equipamiento Urbanmedia al gremio de la Mutual de Lustradores de Calzados y Afines de la Argentina, que Agustín fundó en 2003 después de desgarrarse un brazo y darse cuenta de que no tenía obra social, ni a quien recurrir. El gran problema fue que un lustrabotas no podía pagar los 4.000 dólares que costaba tenerlos en la calle.

infobae

Frente a esta dificultad, el proyecto presentado por Agustín ante el Gobierno de la Ciudad propuso que del costo se hicieran cargo empresas que publicitaran en las carteleras de los puestos, hoy la suya dice por ejemplo "Una ciudad que crece con mucho brillo", pero para él podría decir cualquier otra cosa, si a cambio más lustrabotas trabajaran en mejores condiciones.

"Nos dicen que mucha publicidad es contaminación visual, para mí contaminación visual es ver a un tipo tirado en el piso, bajo el sol ardiente, muertos de frío, sin nada", responde Agustín, que pide disculpas y llama al cliente que sigue.

LEA MÁS