El relato del piloto que aterrizó de emergencia para salvar la vida de un niño

Se trata de Martín Hughes, comandante del vuelo de Aerolíneas Argentinas que decidió aterrizar en Bolivia para que atendieran a un nene que sufrió un problema pulmonar en pleno vuelo

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Martín Hughes, el piloto de Aerolíneas Argentinas que decidió desviar un vuelo y aterrizar de emergencia en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra para salvar la vida de un niño que había sufrido un problema pulmonar, volvió al país y relató el dramático momento que vivieron en el aire.

El episodio ocurrió en la noche del martes pasado en el vuelo AR1302 que había partido a las 23:15 desde el aeropuerto de Ezeiza, con destino a la ciudad de Miami. En un momento, un chico de ocho años que viajaba junto con su madre sufrió un neumotorax y comenzó a tener complicaciones para respirar. Un total de cinco médicos que viajaban lo atendieron y le comunicaron al piloto la gravedad del cuadro. Fue allí que Hughes declaró la emergencia médica y siguió el protocolo establecido para este tipo de situaciones.

"Me avisó la tripulación que estaba descompensado. Fui atrás a hablar con los médicos. Después se llegó a la conclusión de que era inevitable aterrizar en el aeropuerto Viru Viru (de Santa Cruz de la Sierra). Era necesario e indiscutible desviar el vuelo. Se declaró una emergencia médica pero existe un protocolo; estamos entrenados y evaluamos en todos los vuelos cuál es nuestra alternativa para los distintos casos
Se puede producir una falla, una degradación del avión y todo eso puede llegar a requerir un aterrizaje", explicó el piloto.

El comandante aseguró que nunca vivió una situación en la que una vida dependiera de lo que resolviera en pocos minutos. "No viví algo tan claramente de que un niño iba perder la vida si no se tomaba la decisión inmediata. Fue emocionante después saber que el chico se salvó y está bien. Me pone contento", expresó Hughes, quien remarcó que lo más importante para una tripulación es la salud de los pasajeros.

"Aerolíneas es nuestra casa y los pasajeros vienen como invitados a nuestra casa y si a un invitado le pasa algo en nuestra casa, no queremos eso. La idea es atender a los pasajeros de la mejor manera posible y de la forma más segura. Cuando los médicos vieron que este chico tenía este problema de salud grave, la decisión era obvia. Sé que si no hubiera parado el desenlace era otro. El diagnóstico fue muy claro y eso me dio la pauta. Cuando se confirmó no quedó ninguna duda de que era la acción a tomar", agregó.

En esa línea, el piloto explicó brevemente que están acostumbrados a esta clase de problemas en el aire y que el entrenamiento que tienen les permite sortear las distintas situaciones. "Cuando se declara la emergencia médica se pone en protocolo. La idea es hacer el trabajo lo mejor posible
La tripulación tiene un entrenamiento pero no tiene capacidad paramédica o médica. No podemos medicar", aclaró.

"Lo primero que se hace es buscar un médico y después se busca un botiquín que está muy bien equipado. El criterio es sencillo: la seguridad de todos los pasajeros y si hay uno en riesgo eso justifica la acción de desviar el avión a donde sea más conveniente", dijo Hughes, quien tomó con naturalidad la acción que llevó adelante y que le salvó la vida al pequeño de ocho años. "Hay mucho revuelo periodístico por una acción de vuelo que para mí es normal", finalizó.