Alberto Cormillot: "Volvería a votar a este Gobierno con las dos manos más allá de que hay cosas para corregir"

El reconocido médico nutricionista y comunicador habló con Infobae sobre su salida del Ministerio de Salud y por qué seguiría votando a Macri “con las dos manos, y con cuatro si tuviera”

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Multifacético, médico especializado en nutrición y obesidad, educador de la salud y comunicador social, además de animarse al baile y a la danza aérea, el doctor Alberto Cormillot habla en esta entrevista en Infobae sobre cómo fue su breve paso por el Ministerio de Salud, en donde intentó –sin éxito, según confiesa– crear el Instituto Nacional de Nutrición para darle a la alimentación una entidad que hoy, siente, el país no tiene.

Dice, además, que nunca se reunió con el presidente Mauricio Macri para hablar de salud, y confiesa que, a pesar de no haber sido escuchado, volvería a votar por este Gobierno con las dos manos.

—¿Usted siente que el Estado le otorga prioridad a la salud y a la alimentación?
—El Estado el año pasado creó el Programa de alimentación saludable y prevención de la obesidad, que es un espacio en el que yo estuve durante algún tiempo. Ahora cambió el secretario y vino otra gente. Esta iniciativa se creó con escasa o nula fortaleza política y económica, pero, bueno, todos los espacios nuevos hasta que se instauran llevan un tiempo, supongo.

—Si tuviera que hacer una lista de prioridades, ¿cuáles serían?
—Si es en materia de alimentación: comunicación
masiva, redes sociales, empoderar a la población para cuidar la alimentación; trabajar arduamente en conjunto con Educación. Capacitación a maestros, cocineros, madres, educación alimentaria y culinaria a los chicos. Regulación de kioscos y publicidad de alimentos
menos saludables. Crear el Instituto Nacional de Nutrición para que tenga importancia la alimentación, cosa que hoy no tiene. En materia de salud, su promoción, la prevención y la alfabetización en salud son temas pendientes.

—¿Hay que darle más énfasis a la prevención?
—Muchísimo, porque formar el espacio ha sido una decisión. Una cosa es formar el espacio y otra cosa es llevarlo a cabo, dar los instrumentos para que eso funcione, por eso la idea era armar desde el Estado el Instituto de Nutrición. Después, esa idea, que estaba en su principio aprobada, cambió, por lo cual ahora la voy a continuar desde una fundación. Desde la fundación Alco, vamos a estar trabajando con municipios, con provincias y con todos aquellos con los que podamos hacer algunas de las ideas que tenemos de capacitación, de marketing social. Marketing social es cómo vendés una idea de la misma forma que se vende un lavarropas, porque vos tenes que vender la idea de que comer dietético no es comer aburrido.

—Doctor, ¿por qué se fue del Ministerio de Salud?
—Me fui del Ministerio porque cambiaron las autoridades, vinieron nuevas, con otras ideas. El Instituto Nacional de Alimentos y Nutrición, que estaba comprometido desde que yo entré, cuando la resolución había pasado todas las instancias legales del Ministerio, se decidió no hacerlo.
Por otro lado, yo nunca tuve presupuesto, ni siquiera, en muchos casos, para la caja chica.

—Cuando fue el cambio de gobierno, usted escribió una columna para Infobae cuyo título era "Me harté" y en la que contaba que, después de mucho tiempo de elegir no ir a votar, esta vez decidió hacerlo. Hoy, ¿de qué está harto Alberto Cormillot?
—De que los que hicieron el desastre que hicieron se victimicen y den lecciones. De que no vayan de una vez presos los que esquilmaron al país. De los que bastardearon los derechos humanos. De los que paran los caminos y avenidas y los que los dejan. De la respuesta insuficiente para enfrentar la pobreza. De que haya argentinos que carecen de una alimentación apropiada. Del eterno conflicto de la educación. Del ingreso irrestricto a la universidad para preparar mal carreras que el país no necesita. De los fanáticos. De los vagos.

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—Después de vivir los primeros meses del nuevo gobierno, ¿volvería a votar?
—Volvería a votar y volvería a votar de la misma manera por más que yo siento que hay muchos errores y muchas cosas que se deberían corregir. Pero volvería a votar de vuelta a este Gobierno con las dos manos. No volvería atrás a lo que fue. Hasta ahora no han aparecido otras alternativas. Si tuviera cuatro manos, lo volvería votar con las cuatro manos. Eso sí, le pediría al Gobierno que escuche un poco más a mucha gente que le está diciendo cosas y que a veces no están escuchando.

—¿A qué se refiere, en particular, cuando dice que no están escuchando?
—A cuando se les señalan errores.

—¿A usted no lo escucharon?
—Depende. Sí el ministro Esteban Bullrich, Ricardo Buryaile, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, pero ellos no decidían sobre el peso que debía tener el instituto. Otros escucharon, pero no entendieron.

—¿Se reunió con el presidente Macri para hablar de salud?
—No.

—¿Le gustaría ser ministro de Salud?
—Definitivamente no.

— Le propongo un ping-pong. ¿Su salud?
—Perfecta.

—¿El amor?
—Muy bien.

—¿Sexo a los 78?
—No quiero alardear.

—¿Una asignatura pendiente?
—El Instituto Argentino de Nutrición. Mejorar. Escribir ficción. Saber bailar bien. Aprender a cocinar. Conocer Turquía.

—¿El mejor día de su vida?
—El único que puedo vivir: hoy.

—¿Se arrepiente de algo?
—Varias veces por día pienso que lo que hice hace un rato podría haber sido mejor. No me centro mucho en el pasado, soy muy centrado en hoy y en el futuro.

—¿Qué le falta?
—Tiempo.

—¿Su plato preferido?
—Penne rigati con camarones.

—¿Los 3 minutos de gloria diaria de usted?
—No oscilo tanto. Un personaje que hacía en la radio en el programa de Longobardi. El presidente de Albertolandia.

—¿Alberto Cormillot es igual a qué?
—Un conjunto energético con creatividad y eficacia variable.