El Vaticano envió una comisión a Mendoza para investigar los abusos en el Instituto Próvolo

La Santa Sede envió a dos sacerdotes del arzobispado de Córdoba para conocer los detalles de la causa. La defensa de las víctimas mostró su indignación y acusa que “lo único que les importa es proteger a los curas”

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Una de las calles internas del Instituto
Una de las calles internas del Instituto

El Vaticano decidió enviar una Comisión Investigadora a Mendoza para que analice todos los detalles sobre los casos de las denuncias por abusos sexuales a los curas del Instituto para sordomudos Antonio Próvolo, en Luján de Cuyo.

La Santa Sede otorgó la responsabilidad al Arzobispado de Córdoba, que mediante la intervención del vicario judicial de la provincia, Dante Simón, decidió los dos sacerdotes que acudieron a la provincia de Mendoza para realizar la investigación.

Los encargados del informe llegaron a la provincia el viernes y apenas arribado solicitaron la posibilidad de ingresar a las instalaciones del Instituto para tomar fotografías y también pidieron poder contactarse con dos de los cinco curas imputados hasta el momento: Nicola Corradi (82 años) y Horacio Corbacho (56). Precisamente, esos dos acusados son los que están incluidos en una carta entregada al papa Francisco en 2015 por parte de una asociación de víctimas de los abusos de los curas del Próvolo, con sede en la ciudad de Verona, donde se los señala por haber cometido vejaciones también en Italia.

Así y todo, la Justicia mendocina les impidió a los integrantes de la Comisión poder ingresar al centro educativo. Al haberse producido recientes allanamientos, el instituto se encuentra cerrado para todo el mundo y con la presencia de consigna policial en su entrada.

Además, la Comisión reclamó la posibilidad de acceder a la causa y tomar una copia del expediente, requerimiento también rechazado hasta que se fundamente mediante un abogado la necesidad de acceder a una información mantenida bajo secreto de sumario.

"A la comisión investigadora no le interesan las víctimas. A la Iglesia lo único que le importa es, como siempre, proteger a los curas", aseguró Carlos Lombardi, uno de los abogados de las familias de las víctimas, al Diario Uno.

Dos de los acusados, Nicola Corradi y Horacio Corbacho
Dos de los acusados, Nicola Corradi y Horacio Corbacho

Los letrados defensores de las víctimas aseguraron que ninguno de sus clientes fue contactado por la Comisión Investigadora para escuchar sus versiones y reafirmó la idea de que el Vaticano sólo está preocupado por proteger la integridad de los curas acusados.

A su vez, se redoblaron los esfuerzos para poder dar con el paradero de la monja Kosaka Kumiko, acusada de golpear, maltratar y participar de los abusos sobre los alumnos entre 2007 y 2012.

Investigadores descubrieron que Kumiko estuvo dando clases de catequesis en dos colegios porteños, Jesús María y Santa Ethnea.

Los abogados de las víctimas hicieron una nueva presentación ante la fiscalía, en la que se insta a la Iglesia a revelar dónde se encuentra la monja.

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