"Buen viaje, viejitos": el emotivo mensaje de la hija de los jubilados que aparecieron muertos en Córdoba

Tras el hallazgo de los cadáveres, María Daniela D’Virgilio despidió a sus padres con sentidas palabras en Facebook

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Rosalía Arbo y Ramón D’Virgilio
Rosalía Arbo y Ramón D’Virgilio

La noticia conmocionó a Córdoba. Esta semana se hallaron, en la zona de Salinas Grandes, los cuerpos de Ramón D'Virgilio y Rosalía Arbo, ambos de 72 años. El matrimonio había partido el jueves pasado de San Juan a Jesús María, para visitar familiares y asistir al popular Festival de Doma y Folklore que se desarrolla en esa localidad. Pero nunca llegaron a destino: sus cadáveres aparecieron varios días después en tierras alejadas de toda ruta o camino. De acuerdo con la investigación, los jubilados tomaron una vía equivocada, terminaron en una zona inhóspita y murieron por deshidratación.

Este miércoles María Daniela, hija de la difunta pareja, publicó un sentido mensaje en su muro de su Facebook:

AGRADECIDA, así me siento. Gracias a todos los que de una manera u otra hicieron por dar con el paradero de mis papis.

Si los tenés, no te olvides de besarlos y de decirles que los amás. Yo lo hice, los besé hasta el cansancio, los extraño tanto y sé que cuando esta locura pase los extrañaré más.

También aprendí que la vida te premia con muchas cosas y que no dimensionamos lo rico que somos.

A mí, entre otras cosas, me premió con ellos, mis papis grandes personas, buena gente, rica en valores, muy queridas, que más se puede pedir.

Ramón y Chiqui, como dice su nieto Pablo, 'cuando los quiera ver los buscaré en mi corazón'.

Buen viaje, viejitos, los amo.

El Renault 9 en el que viajaban fue hallado cerca de los cuerpos
El Renault 9 en el que viajaban fue hallado cerca de los cuerpos

Este miércoles, el fiscal que dirigió la investigación, Martín Bertone, confirmó que D'Virgilio y Arbo murieron el viernes pasado, es decir, un día después de haberse extraviado. Los peritajes descartaron que los jubilados hayan sufrido algún ataque por parte de terceros, dado que sus cuerpos no presentaban lesiones ni externas ni internas.

"La sal absorbe incluso el agua del cuerpo, de todos lados. Estar en las salinas no es como estar en la ciudad, el calor y la falta de agua son determinantes", explicó Bertone sobre las condiciones que debió padecer el matrimonio. "Incluso quienes estuvimos trabajando en el lugar, al otro día estábamos condicionados físicamente, más allá de estar entrenados. En ocho horas en las salinas, con medio litro de agua, se nos produjo a nosotros mismos un proceso de deshidratación que notábamos hasta 24 horas después", graficó el fiscal.

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