“En el teatro pagás entrada para que te mientan bien, en la vida real votás políticos que te mienten mal”

Acaba de ganar el Premio Ace como Director de Comedia por "Casa Valentina", uno de los cuatro espectáculos que dirige junto a "Falladas" "Extinguidas" y "La Casa de Bernarda Alba" además para la próxima temporada prepara su primer trabajo junto a Gustavo Sofovich "Los Corruptelli", una familia políticamente incorrecta que hace de todo para tener poder político y es muy corrupta. "Cualquier semejanza con la realidad de ahora, de antes o de hace años es pura coincidencia", ríe Muscari.

Luego de dos meses de bajo perfil tras el escandalo que generó el audio del cumpleaños de Barbie Vélez donde tildaba de "enano, payaso, mediático, gordo y judio" a Federico Bal, el director teatral, que asegura estar ya harto del tema, no lo elude sin embargo. Pero también profundiza en otras cuestiones, como su profesión, su deseo de ser padre, su mirada sobre los políticos, la confianza en sí mismo y la violencia de género. A continuación las principales definiciones brindadas por este multifacético artista que pueden verse desarrolladas en el video de la entrevista completa.

El escándalo mediático

— Me pareció que tenía que pedir perdón porque si uno hace un chiste y a alguien lo ofende, ese es el límite y se acabó. Soy cero defensor del chiste. Sí soy defensor por supuesto de mis convicciones, de lo que pienso, de mi carácter inclusivo desde siempre.

— Hubo algo que me resultó muy simbólico, en el peor momento del tema, mis obras vendían cada vez más entradas. Una cosa es mirar escándalos por televisión que son gratis y otra cosa es comprar la entrada para la obra de un referente que está protagonizando un escándalo televisivo. El público tiene una gran capacidad para discernir entre la polémica, la noticia, lo mediático, y la esencia de lo que sucede.

­— No soy una persona que va a ir a los medios de comunicación a llorar, a contar su tragedia, a pelear. Resisto muy férreamente el archivo que hay sobre mí. No hay ninguna declaración mía hablando de nadie en estos años más que de mis obras o de los actores con los que trabajo; no me interesa opinar de los demás. He surfeado trabajar en la televisión como panelista en Bendita sin tener que comprometerme a opinar, a destruir o a ensalzar a nadie, porque siempre entendí que mi mejor negocio soy yo, mi propio producto.

— No me arrepiento del texto en sí sino quizás de la inconsciencia de poder usar en nombre del humor cualquier adjetivo. No perdí perdón por un adjetivo sino por la carta en general.

La salida de "Bendita TV"

— No tenía relación con Beto desde antes ni después, con lo cual no es que se quebró. Tenía una muy buena relación laboral. Tanto él como la producción de Bendita, dentro de los códigos de la televisión, se portaron bien. Si un panelista el día que explota un escándalo que lo tiene de protagonista no quiere venir a sentarse al piso, como productor o conductor tampoco me sirve ese panelista. Yo era un panelista en Bendita free lance. Nunca tuve como carrera ni como voluntad ser periodista ni ser panelista, mi trabajo es muy claro, es el teatro; y la televisión es un gran aditamento en el que me divierto.

— Es genial ser tan independiente, no tener que rendirle pleitesía a ningún canal, a ningún jefe de programación, a ningún conductor, a ningún productor de teatro. Me encanta esa capacidad como polirrubro de dejar muy claro: "Yo no soy de nadie, soy de mí mismo". Parezco muy yoico, porque lo soy, no tengo contradicción en eso, pero de verdad me parece que es un valor en esta época en donde el público percibe que a veces hay mucha gente en el mundo del espectáculo que está demasiado cerradita a su jefe. No lo juzgo, porque cada uno se gana el dinero como puede, pero desde los 16 años que empecé a trabajar profesionalmente hasta hoy que tengo 39, me he encargado mucho de ser mi propio jefe.

Seguridad en sí mismo

— Estoy muy seguro de mí porque invierto dinero en estarlo yendo a terapia, no porque Dios me tocó con la varita mágica.

— Haber nacido en el under y haber mamado esa capacidad para autogestarme me permite aún ahora circulando en lo comercial saber que el poder está en mí, no en esperar que me llamen. Casi todos mis proyectos, incluso los más grandes, los más comerciales, los más rimbombantes, son proyectos que se me ocurren a mí y gestiono, yo se lo llevo al productor. Nunca estoy esperando que me convoquen.

— Me piden mucho trabajo y me encanta que me lo pidan porque de muchos pedidos de trabajo invento muchos proyectos y tengo en cuenta a un montón de gente que quizás no se me ocurriría. Tomo con muchísimo respeto y con una señal de alegría que un actor conocido o desconocido me exprese su deseo de trabajar conmigo. Soy conocido por no dejar de responder nada.

Hombres y mujeres

— En el mundo es más fácil ser hombre porque para las mujeres está difícil. Hay mucha violencia de género, hay mucho ninguneo. Los hombres tenemos una mentalidad arcaica, venimos con un legado y con un chip insertado que nos hace creer que tenemos algo diferente, superior a la mujer, y aunque en esencia uno no lo piense hay como un resabio que tiene que ver con el ADN. Me encanta la movida del feminismo y la igualdad de derechos, pero lamentablemente si hay todo un movimiento para concientizar que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres es porque no los tienen.

— Mi costado femenino tiene que ver con la sensibilidad y lo mental, hay algo de mi emocionalidad o de mi raciocinio que es bastante femenino. Quizás hay algo en lo cotidiano o en mi actitud que es muy guerrero, muy masculino, muy paternal. No me repliego o no tengo una actitud un poco más guardada, pero tengo una sensibilidad bastante femenina.

LA PATERNIDAD

— Las ganas están muy presentes pero también muy responsables, no es algo que haría en cualquier contexto, en cualquier lugar y como una cosa más. Lo hemos nombrado como tema, pero seriamente -"¿vamos a ser padres?, ¿cómo lo hacemos?"-, no. Estoy seguro que en algún momento va a llegar, pero hoy estamos en planes más terrenales.

Los políticos

— Lamentablemente los políticos, los de antes, los de ahora y seguramente los que vendrán, están demasiado confundidos con la política y creen que es un gran escenario pero no, en el escenario tienen que actuar actores formados que sepan mentir bien y cuya profesión radique en que les paguen por mentir. El fenómeno del teatro es extraño, uno compra la entrada para que te mientan bien; pero en la vida real lamentablemente votamos políticos que nos mienten mal, porque les vemos los hilos y vemos lo que los rodea, que tiene que ver con el halo de la corrupción y de los intereses personales.

La entrevista completa

Agradecimiento: Producción de vestuario Paula Balmayor, peinado y maquillaje Sofia Diez.