Un grupo de cineastas pide que el Gobierno los autorice a filmar una película en la Antártida

Los impulsores del proyecto, un colectivo artístico conformado por realizadores argentinos y chilenos, buscan que la ficción “ayude al momento de reclamar la soberanía sobre esas tierras”, según dijeron a Infobae

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De izquierda a derecha: Camila Romero (directora), Nicolás Detry (director de fotografía) y Francisca Ramirez (guionista).
De izquierda a derecha: Camila Romero (directora), Nicolás Detry (director de fotografía) y Francisca Ramirez (guionista).

Hace unos meses, la idea de filmar una comedia negra que narre las desventuras de dos familias, una argentina y otra chilena, obligadas a convivir en circunstancias especiales, comenzó a rondar las cabezas de un grupo de cineastas independientes, pero hay otro detalle que puede convertir a ese largometraje en inédito: pretenden hacerlo en un único escenario, la Península Antártica.

"Todo surgió a partir de una convocatoria para participar de una beca para artistas; ese fue el puntapié. Luego cerramos un guión de esta película, le dimos el marco de coproducción con Chile, arrancamos la preproducción en Chile, donde nos dieron el apoyo para realizarla. Acá estamos buscando apoyo del Estado argentino. Necesitamos, en principio, llegar al Ministerio de Cultura, a la Dirección Nacional del Antártico y esperamos una respuesta para este proyecto que escapa a la realidad cinematográfica porque es muy política y necesitamos estas autorizaciones; algo que en Chile ven viable", dijo a Infobae Camila Romero, directora cinematográfica del colectivo Warnes Border.

El proyecto, actualmente en fase de preproducción, fue ideado por un grupo de cineastas de Chile y Argentina, quienes a su vez realizan las gestiones pertinentes para poder filmar en la Península Antártica. Según contó Romero, la respuesta chilena fue favorable y ahora les resta que el lado argentino acepte la propuesta.

"Mi propuesta es hacer una película que sirva como prueba al momento de reclamar la soberanía porque las que se hicieron en la Antártida son todas producciones norteamericanas. La propuesta le escapa a eso, es una comedia, pero haciéndonos cargo de que la Antártida es una extensión de nuestro territorio", afirma Romero. Y agrega: "La historia fue pensada para hacerla ahí y dar a conocer la Península Antártica. Los recursos son altos, podríamos ir con un semi rompehielo ya que sólo somos 12 personas que, si bien para el cine es muy poco, para la Antártida es superpoblación, por eso estamos estamos buscando los recursos".

El largometraje trata de la historia de una pareja conformada por una chilena y un argentino de clase alta que deciden celebrar su casamiento en la Antártida. "Ambos —detalló Romero— son miembros de una familia excéntrica y acomodada que decide acompañarlos. Allí son guiados por un filósofo de métodos modernos como terapias grupales, donde se pone en crisis el lenguaje, están en un lugar del que no se pueden ir, por eso comienza a ponerse en juego las familias… Ese grupo de personas tendrá que reconocer en la naturaleza sus propias problemáticas y aceptar la humanidad de ellos mismos atravesando lugares inhóspitos y vírgenes. La historia está llena de relaciones conflictivas que hace que se les renueve la visión de que tienen del mundo".

Base antártica San Martín, uno de los pretendidos escenarios para la coproducción argentino-chilena, “El mundo es lo que es”.
Base antártica San Martín, uno de los pretendidos escenarios para la coproducción argentino-chilena, “El mundo es lo que es”.

Según lo estimado por el equipo, el rodaje en el continente blanco llevaría dos meses y pretenden hacerlo entre octubre y diciembre de 2017.

"La idea es realizar una ficcion, a diferencia de otros trabajos audiovisuales que están más ligados al género de documentales. Este proyecto no tiene fines científicos o comerciales, tiene un objetivo socio- cultural con respecto a la gente que vive en la Antártica y es una forma de acercar el continente a quienes viven ahí, si bien se mostrará todo el ambiente y peculiaridades de la zona, se hará de otra forma, enviando un mensaje de que no hay que tenerle miedo al territorio y que sólo es una extensión", explicó Romero a un diario chileno. Además, destacó que "la idea de elegir la Antártica como lugar de grabación surge de la necesidad de hacerlo en un espacio puro, noble y despoblado" y promete que el filme contará con actores de primera línea de ambos países.