Un grupo de padres exige a la Justicia poder ver a sus hijos

Fueron denunciados por sus exparejas por violencia y se les prohibió acercarse a la familia. Pertenecen a “Crianza Compartida”, desde donde reclaman que se investiguen todos casos donde “hay denuncias falsas comprobadas” y que se aceleren los tiempos de resolución judicial para poder restablecer el vinculo con los niños. Además, aseguran: “Vimos cómo se estaba cocinando una falsa denuncia” , un grupo de padres que por orden judicial no pueden ver a sus hijos. desde hace algunos años. Piden que la Justicia investigue “seriamente” los casos y que “acelere los tiempos” de resolución cuando se prueba que no hubo violencia

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Crianza Compartida es un grupo de padres y familias paternas que reclaman el derecho de ver a los niños, alegados de los padres por separaciones o divorcios conflictivos.
Crianza Compartida es un grupo de padres y familias paternas que reclaman el derecho de ver a los niños, alegados de los padres por separaciones o divorcios conflictivos.

Cada primer domingo de mes la esquina de Acoyte y Rivadavia es cortada por una bandera que despliega un pedido ante la mirada de conductores y transeúntes: "No más hijos huérfanos de padres vivos". Pertenece a un grupo de padres que se reúnen en el centro del barrio de Caballito para reclamar que se modifique la Ley de Tenencia de Menores (para que puedan ser compartidas) y de ese modo ver a sus hijos de quienes, aseguraron, fueron "alejados".

"Me separé el 19 de agosto de 2012 y recibí la primera denuncia falsa por violencia el 4 de septiembre de ese año. En esos pocos días el contacto era muy malo; cuando llamaba a veces (mi ex) me pasaba con Victoria, mi hija, pero desde el 4 de septiembre no la vi más. Ahí empezaró una cataratas de denuncias falsas. Todas las denuncias lo fueron: por amenazas contra la madre, que le quise incendiar el departamento, por incumplimiento de la cuota alimentaria…", contó Pablo Malagrino a Infobae y aseguró: "Cuando denuncian la primera vez, automáticamente, ponen una restricción. Primero por 30 días, luego otra 60 y después 120 días… Hoy tengo un perímetro indefinido, una medida cautelar que como figura jurídica es inexistente".

Al mismo tiempo, contó: "Nunca nadie nos investigó y a la larga terminan dando la absolución o el sobreseimiento porque los abogados particulares mueven el expediente, si no es muy difícil. Las denuncias se pierden en laberintos judiciales y pasan los días, los años, y así nunca se va a restablecer el vínculo con mi hija. Cuando dejé de ver a Vicky, tenía 3 años y medio; este año cumple 8″.

Si bien el grupo está encabezado por padres, junto a ellos están los abuelos, tíos, primos y demás familiares que también son privados de la posibilidad de ver a esos pequeños. Vale destacar que en algunos casos la restricción afecta a las madres, pero son los menos.

Otro testimonio fue el de Christian Biliani, padre que perdió el contacto con Brisa, su hija, hace tres años y un mes. "Empezó con que ella (la expareja) se fue de casa y yo me quedé con mi hija por un año y tres meses. Comenzaron las denuncias falsas de que yo era violento con la madre, que la llamaba y decía que la quería matar, que le pegaba. Ella quería sacar a Brisa de casa y empezó con las denuncias y, como el Juzgado se dio cuenta de que no era legítimo lo que ella decía, comenzó a decir que trataba mal a la nena, que no limpiaba, que no la llevaba al colegio ni al pediatra. Entonces, llevé todos los comprobantes para el expediente y el Juzgado no le dio lugar a ese pedido hasta que el 8 de mayo de 2013 pone la denuncia de abuso. Internan a la nena, hacen un protocolo de abuso, ahí los peritos y la policía científica dijeron que no era así, pero igual ella hizo la denuncia penal y desde entonces no pude ver más a la nena… Nunca encontraron nada, no me llamaron ni a declarar, dijeron que no existió ningún tipo de abuso, pidieron apelación y que todos los peritos vuelvan a ver la causa. Después de dos años dijeron que no tengo nada que ver y que no hubo nunca un abuso. El juzgado de familia dijo que iba a rever la causa a los 60 días… y ya pasaron 3 años y sigo sin verla. Seguimos dando vueltas con macanas que tiene la Justicia".

“La justicia es muy lenta, dañina, muy perversa; no está dañando a los padres, sino a los hijos”

Julián -fundador del grupo Crianza Compartida– habló sobre los años en que no veía a sus hijas, vínculo que pudo retomar hace unos meses luego de acordarlo con la madre. "Después de 15 años de matrimonio decido separarme, con dos gordas de 11 y 6 años. A los 3 meses comienzan las denuncias falsas, en este caso de violencia, amenaza, hostigamiento, prohibición de acercamiento de 30 a 120 días (…) Tener un régimen de visita que cuesta horrores porque cuando a uno lo tildan de violento está marcado y te dicen: '¿Sos violento? ¡A tu hijo no lo ves!'… La justicia es muy lenta, dañina, muy perversa, porque no está dañando a los padres, sino a los hijos, porque con 4, 5 años tener que vivir con eso es muy doloroso para ellos".

Tras la denuncia fue enviado a un programa de hombres violentos donde asegura que no quisieron recibirlo porque denunció que la madre de sus hijas no lo dejaba verlas y actualmente "estoy esperando a ver a donde me van a mandar para que la justicia se justifique". Pese a esos momentos, volvió a ver a las niñas. "A partir de septiembre del año pasado la mamá me las dejó, tuve ese oxígeno que muchos padres hoy no tienen".

Borrando a papá, un documental que despertó polémicas

infobae

En poco más de una hora, el documental de Ginger Gentile y Sandra Fernández Ferreira presenta distintos casos y testimonios de hombres que cuentan, dice, "la obstrucción de los vínculos entre padres e hijos sucedidos en procesos de divorcios conflictivos" y también denuncia "al aparato de justicia" en esos casos. Pero una medida cautelar dispuso que no se siga exhibiendo hasta que fueran eliminados los testimonios de tres profesionales y especialistas en violencia de género y familiar, que argumentan haber sido engañadas en su buena fe. Por su parte, los productores del documental dijeron ser víctimas de un caso de censura. 

Pese a la polémica, fue presentado en dos cines y puede verse online. Los testimonios del material son similares a los que cuentan los hombres que mediante el grupo Crianza Compartida reclaman estar con sus hijos. Uno, Christian, creció sin ver a su papá y hoy no ve a su hija. Esa realidad lo llevó a cambiar algunos conceptos en la relación con su madre: "Después de casi 30 años volví a tener un vínculo con él, y entonces puedo entender lo que está pasando Brisa en este caso. La diferencia es que yo no lo tuve a mi padre de chico y Brisa me tuvo hasta los 4 años". Su realidad le hizo dar un vuelco: "Con mi madre tenía buena relación, pero cuando pasó lo de Brisa me hizo replantear algunas cosas. Creo que se necesita tanto a mamá como a papá, no por separado. Aunque los grandes no puedan estar más juntos, los chicos necesitan de los dos y a quienes vienen atrás de papá o mamá, toda una familia… Le cortan una crianza normal con sus abuelos, primos, tíos y a la otra parte no lo ven más, se convierte en un fantasma".

Los tres padres coincidieron en su reclamo: "Lo que pedimos es que en los juzgados se sepa discernir entre una denuncia falsa a una verdadera", dijo Malagrino y denunció: "Nos tocó vivir en una comisaria que una señora de unos 50 años habló por celular a pocos metros de un oficial y dijo 'Te vas a comer una denuncia por abuso', le cortó el teléfono y lo terminó denunciando y la denuncia ese pobre hombre la ligó y le van a dar el tratamiento que si fuera verdadera (…) Nosotros la sufrimos a la falsa denuncia, pero nunca vemos cómo se hace, pero en ese caso lo vimos cómo se estaba cocinando la falsa denuncia, a pocos metros del oficial y se la tomaron. No sabemos quién es, no lo conocemos, pero ese hombre se llevó una denuncia de abuso de regalo". Tras la seria declaración, apuntó con dureza: "Creo que hasta por momentos es el negocio de la Justicia porque las apelaciones no terminan nunca, inventan denuncias y hay todo un aparato por atrás. Llegué a pensar eso".

Por su parte, Julián contó el caso de sus padres, abuelos de sus hijas, que son personas mayores y que sufrieron el tiempo en que no las podían ver. "Hay abuelos que se mueren porque no ven a sus nietos, eso es desgarrador. Los llegaron a conocer, convivieron un poquito y después… 5 años sin verlos. Es muy injusto que esté pasando esto". Casi al mismo tiempo, coincidieron en pedir que "urgentemente revean" los casos para "acelerar los tiempos judiciales y que investiguen como corresponde, como tiene que ser".

Más información sobre Borrando a papá, en este link.

Abuelas que reclaman ver a sus nietos. “Hay abuelos que se mueren porque no los ven, eso es desgarrador. Los llegaron a conocer, convivieron un poquito y después pasan 5 años sin verlos”.
Abuelas que reclaman ver a sus nietos. “Hay abuelos que se mueren porque no los ven, eso es desgarrador. Los llegaron a conocer, convivieron un poquito y después pasan 5 años sin verlos”.

Qué establece la ley argentina sobre la tenencia de hijos menores

Las normas de aplicación para estos casos son la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, el Código Civil y, en caso de lesiones, el Código Penal de la Nación. El abogado Bernardo Abramovici, especialista en familia y Derecho Penal, explicó a este medio que en caso de separación de los padres, cuando los hijos son menores de 5 años "automáticamente el juez decreta la tenencia unilateral a la madre porque biológicamente dependen de ella; médica y psicológicamente dependen de ellas, por eso, por cuestiones de supervivencia se los deja con las madres". Pero, cuando los menores tienen más de 5 años ,"el juez se fija en cuál es el interés superior del menor. Si la madre está en inferiores condiciones para recibir la tenencia de los chicos (por ejemplo, por la situación económica, habitacional o por complicaciones de familia -si se unió a otra persona y es violenta o tiene malos hábitos-) el juez va a fijarse en el interés superior del niño. Eso es en caso de ser una pareja de hecho, pero en caso de matrimonio legalmente constituido la tenencia de los menores, generalmente, se define en el juicio de divorcio. Se le otorga a la madre o es compartida, el último criterio jurisprudencial, por el cual ambos asumen el cuidado de los niños (comparten tareas como llevarlos a la escuela, comprarles ropas, atender las necesidades primordiales). No es el padre sólo pagando la cuota alimentaria o cumpliendo un régimen de visita".

Respecto a los casos en que se plantearon expedientes por violencia familiar en perjuicio de la madre, Abramovici aclaró que los padres no pueden ver a los niños porque "son medidas precautorias que dictamina el juez , por motivos de seguridad, como un perímetro de restricción de acercamiento (que generalmente es de 300 metros y dura hasta 120 días) entre los padres; como los niños viven con la mamá, los padres no los ven. Si el padre no obedece esas limitaciones porque quiere ver al hijo se entiende que no obedeció al juez, y la mujer, debiendo presentar prueba de eso, hace la denuncia por el delito de desobediencia a la autoridad y el expediente es girado a sede penal y el juez de turno lo procesa".