Investigan cómo doce mujeres fueron fecundadas con espermatozoides equivocados

La clínica de fertilidad de Utrecht, ubicada en los Países Bajos, comunicó la posibilidad de haber dejado espermatozoides de otro paciente por error en sus herramientas durante más de un año. El centro médico destacó que contactara a los 26 hombres y mujeres -la mitad de los cuales ya tienen o están esperando un bebé- para darles la desafortunada noticia.

"La posibilidad es pequeña, pero se puede informar las sospechas de que las mujeres fueron fertilizadas por espermatozoides de un hombre que no es el padre", afirmaron funcionarios del Centro Médico Universitario de Utrecht a través de un comunicado esta semana.

Los pacientes inseminados no utilizaron el método más común de fertilización in vitro, en el cual el óvulo y el esperma se combinan en una placa de Petri, sino que optaron por un nuevo procedimiento llamado inyección intracitoplasmática de esperma, que puede ayudar a los hombres con esperma escasos o débiles a fertilizar directamente al óvulo de manera exitosa.

Un empleado técnico de la clínica – único encargado en suministrar las inyecciones – descubrió con sorpresa, la existencia de esperma de un paciente anterior al final de la jeringa, esto suscito las primeras sospechas del posible error humano.

Las puntas de la jeringa son desechables, informó el Times, por lo que el hospital sospecha que la célula deshonesta se mezcló con un bulbo de goma que, se suponía, no debía unirse al dispositivo.

La clínica utilizó incorrectamente esas bombillas desde abril del año anterior. Algunas de esas parejas tienen actualmente uno o más hijos gracias a este método. El caso más antiguo podría ser el de un niño de un año de edad, primer paciente concebido con esta técnica.

Otras mujeres tratadas durante ese período, se encuentra en proceso de embarazo hoy en día, trece parejas más tienen embriones congelados en la clínica actualmente y deberán decidir si quieren reemplazarlos, señaló el hospital.

La institución investiga si algún esperma realmente logro finalmente engendrar niños, también se desconoce el volumen de espermatozoides contaminantes como además la cantidad final de hombres que formaron parte de este proceso.

"Todo se hará para proporcionar claridad a todos lo antes posible", señaló la institución.

David Keefe, preside el departamento de obstetricia y ginecología de la Universidad de Nueva York, contó que su propia clínica es reticente a realizar este tipo de inyecciones, a menos que sea absolutamente necesario. El procedimiento fue considerado arriesgado por muchos médicos hasta hace unos años atrás – sobre todo porque era nuevo. Pero afirmó sus sospechas de que Utrecht simplemente es cauteloso al detener el procedimiento y anunciar el posible error.

Técnicos suelen recoger una sola célula de esperma a la vez en una jeringa, dijo Keefe. "La idea de que uno de ellos manipule grandes cantidades repentinamente resulta interesante. Creo que no hay muchos espermatozoides que puedan llegar allí". "Sospecho que van a descubrir que cada uno de esos chicos son del padre correcto", dijo.

En contraposición a Keefe, su amigo y colega Arthur Caplan fundador de la división de bioética de NYU, afirmó que "Si hubo contaminación de un donante sano, frente al de un paciente que apenas producía esperma … entonces las probabilidades de que el bebé provenga de esperma contaminante son como 100,000 a 1", dijo Caplan.

Mientras que Keefe defendió las clínicas de fertilidad de los Países Bajos como las más estrictas en una industria altamente regulada, Caplan argumentó que la industria de la fertilidad no es vigilada lo suficiente, "los accidentes están destinados a suceder", dijo, "y lo hacen a menudo" pero llamó al caso de Utrecht "muy inusual".

Recordó muchos accidentes únicos y evidentes -como el de una pareja que demandó a una clínica del área de Chicago, alegando que ordenaron esperma de un donante blanco pero terminó con un niño de raza mixta.
Caplan también recordó casos de malversación masiva, como un médico de Indiana acusado de inseminar al menos a ocho pacientes con su propio esperma.

Todos estos casos se vincularon con bancos de espermas anónimos.
Caplan afirmó que el accidente de Utrecht podría ser "profundamente preocupante para el donante masculino, porque estaban buscando un hijo biológico", Por otro lado, se preguntó qué accionar tendrá Utrecht para satisfacer la fuente o fuentes involuntarias del esperma errante.

"Este es uno de muchos ejemplos donde puede ir mal", dijo a The Washington Post. "Es muy serio que uno de los mejores centros de fertilidad en el país más regulado del mundo todavía tenga riesgo".

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