Andrés Malamud: "Para aprobar una reforma laboral, Macri deberá acordar con el peronismo"

El polítogo analizó para Infobae la campaña legislativa, donde destacó a una Cristina Kirchner "disciplinada", y especuló sobre cómo sería el proyecto oficial de flexibilización laboral

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El reconocido politólogo Andrés Malamud dialogó con Infobae y analizó la actualidad argentina faltando apenas tres semanas para que se celebren las cruciales PASO. El profesor de la universidad de Lisboa afirmó que la ex presidente Cristina Kirchner está "muy disciplinada" en su campaña mientras que ve el Gobierto "un poco desordenado", además de hablar de la posibilidad de que el presidente Mauricio Macri impulse una reforma laboral inspirada en la que recientemente acaba de aprobarse en Brasil.

—¿Considera que alguno de los dos sectores, oficialismo y oposición, tiene más tendencia a la equivocación?

—Veo a Cristina muy enfocada y a su tropa algo desalineada, y estoy pensando sobre todo, en la reacción que tuvo su primera candidata a diputada con esas declaraciones comparando a Boudou con algunos próceres de la historia argentina. En el caso del gobierno, la probabilidad de error está más distribuida, es más homogénea. Todos se pueden equivocar del lado del gobierno. No es que Cristina no puede equivocarse, pero me parece que es muy disciplinada y está haciendo lo que tiene que hacer. Mientras que el gobierno, que se caracterizó por la disciplina en campaña cuando era oposición, ahora se está desordenando un poco, pero creo que cualquiera de los dos lados se puede equivocar. Es más fácil que se equivoque el gobierno, porque lo hace en dos dimensiones. En la campaña, igual que Cristina; y en la gestión, que es donde ella no puede cometer errores.

—¿Cómo ve la aparición de un tercer polo?

—Según los estudios que tenemos no hay un tercer polo. Hay un grupo importante del electorado que no está definido todavía ni entre el gobierno ni Cristina, pero eso no es un polo. Es un campo de caza, en el cual hay mucha gente compitiendo por los votos. El massismo es uno de esos grupos. Randazzo también pesca ahí, pero el gobierno de Cristina también tiene unos posibles votos y también las fuerzas de izquierda, que guste o no, están haciendo un buen trabajo de organización popular y representación de demanda, sobre todo en los que tienen miedo de perder el empleo, la reducción salarial, miedo al futuro. Así que no es que hay un tercer polo sino un tercer espacio que es muy heterogéneo y probablemente, se va a desparramar para las elecciones, y depende de cómo se desparrame será el resultado.

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—¿Cree que las elecciones primarias funcionan como un polarizador a favor y en contra del gobierno?

—Si, las paso supuestamente tenían una función: seleccionar candidatos en los partidos o coaliciones. En la práctica no funcionan de esa manera: los partidos seleccionan de otra manera, permitiendo que la disidencia abra "rancho aparte" y compita por afuera. Pero las paso cumplen una función, mejor dicho, cumplen dos. La primera es reducir el número de candidaturas en la general: antes de las paso, poca gente se acuerda, pero había 14 o 15 fórmulas presidenciales en cada elección, y después de las paso pasó a haber 6 o 7. Así que cuando uno va a votar a las generales tiene menos boletas sobre la mesa y eso es mérito de las paso. El segundo mérito de las PASO es que permite que la gente se coordine estratégicamente, que viendo cómo le va en las paso a los candidatos, decide si repite el voto o lo torna útil. Si vota a un tercero o a un cuarto y solo pueden ir dos senadores, decide ir por el menos malo. Está por verse si está por funcionar así: los antecedentes indican que un poco si.

—¿Qué se define en estas elecciones?

—Tres cosas se van a definir en esta elección. Primero la posibilidad de Mauricio Macri de tener el mandato. Segundo, la posibilidad de Mauricio Macri si termina el mandato, de pasar su agenda legislativa, su agenda de gobierno, que sigue siendo gradual, pero tiene que avanzar un poco más; y tercero, quién va a ser su sucesor: si va ser él mismo, si va a ser alguien de su espacio, o si va a ser alguien de otro espacio.

—¿No hay metáfora cuando usted dice "se define la posibilidad de que Mauricio Macri culmine el mandato"?

—No y no quiero hacer catastrofismo. Lo que estoy diciendo es que los antecedentes argentinos y latinoamericanos indican que es mejor ganar la elección intermedia, porque no ganarla hace que los actores se preparen para el que viene, y al hacerlo aceleran la llegada. No es inevitable.

 —A la luz de la reforma laboral que acaba de aprobarse en Brasil, ¿cree posible que Macri pueda impulsar una legislación similar en nuestro país?

El gobierno de Macri no esconde que buscará flexibilizar la legislación laboral. El proyecto, sin embargo, nunca será tan regresivo como el brasileño porque la sociedad argentina no lo toleraría, pero además hay sectores de Cambiemos que tienen como modelo la flexicurity escandinava, que constituye una flexibilización laboral progresiva. El segundo escollo es la falta de mayoría en el congreso. Aunque gane las elecciones, el Gobierno se quedará corto del quorum en Diputados y del tercio en el Senado. Una ley laboral requerirá así el acuerdo con sectores significativos del peronismo, a los que sólo podrá seducir si gana las elecciones intermedias. La opción de sacar la reforma por DNU es demasiado arriesgada para el gobierno, porque unificaría al peronismo, los sindicatos y las organizaciones sociales en contra y perdería el control de la calle.

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