Rigoberta Menchú Tum, Shirin Ebadi, Oscar Arias Sánchez, Lech Walesa y Adolfo Pérez Esquivel compartieron escenario en la Bolsa de Comercio de Rosario -protagonizando un hecho inédito en América Latina- para describir su mirada sobre la actual coyuntura mundial y su perspectiva sobre el futuro de la humanidad. Estos cinco premios Nobel de la Paz discreparon respecto a los efectos económicos del capitalismo y la actual situación política en Brasil y Venezuela, pero juntaron sus voces y sus adjetivos cuando llegó el momento de analizar la agenda internacional de Donald Trump: todos coincidieron en opinar que el presidente de los Estados Unidos es un "peligro" para las sociedades democráticas y una "amenaza" para los sectores más vulnerables del planeta.
Menchú Tum (Guatemala), Ebadi (Irán), Arias Sánchez (Costa Rica), Walesa (Polonia) y Pérez Esquivel (Argentina) fueron convocados por la Fundación para la Democracia Internacional que preside Guillermo Whpei, en un seminario que se convocó bajo el lema VoyxLaPaz. "¿Por qué organizamos VoyxLaPaz en la Argentina si aquí no hay un conflicto armado? La respuesta es: cuando hay pobreza, hambre, falta de educación e inclusión, falta paz. Es por esto que no podemos acostumbramos al horror, el horror es sinónimo de falta de paz.", señaló Whpei para explicitar las razones ideológicas de su convocatoria institucional.
Los premios Nobel no defraudaron al auditorio. Fueron fieles a sí mismos, y no dudaron en cuestionar un estado del mundo que excluye a las minorías y fortalece al poder ya constituido. Menchú Tum y Ebadi exigieron que se termine con la discriminación de la mujer, Arias Sánchez exhibió su mirada crítica sobre los casos de corrupción en América Latina, Walesa desnudó al actual capitalismo y su impacto en la clase trabajadora y Pérez Esquivel insistió en la necesidad de preservar la defensa de los Derechos Humanos.
Esta agenda común colocó a Menchú Tum, Ebadi, Arias Sánchez, Walesa y Pérez Esquivel en una idéntica posición. Pero la unidad de pensamiento se fracturó cuando se avanzó sobre asuntos específicos del escenario internacional. Menchú y Pérez Esquivel fueron condescendientes con Nicolás Maduro, mientras que Arias Sánchez instó a resolver cuanto antes la situación política en Venezuela. Pérez Esquivel aseguró que hubo un golpe de Estado contra Dilma Rousseff, en tanto que Walesa y Ebadi optaron por no opinar sobre la crisis institucional en Brasil. Arias Sánchez apoyó la lógica del capitalismo en el siglo XXI, frente a los discursos setentistas de Pérez Esquivel y Menchú Tum, que parecieron olvidar la caída del Muro de Berlín y la implosión de la Unión Soviética.
Estas diferencias ideológicas entre Menchú Tum, Ebadi, Arias Sánchez, Walesa y Pérez Esquivel se evaporaron cuando llegó el momento de opinar sobre Donald Trump. Todos coincidieron en señalar que el presidente americano empuja una agenda que complica la situación de los refugiados, la crisis del Cambio Climático, las diferencias religiosas y la distribución de la riqueza. Cada uno con sus palabras, cada cual con su tono, los cinco premios Nobel consideraron a Trump un "peligro" para la humanidad y para el futuro de las sociedades democráticas.
Trump rechazó el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, modificó partidas de su presupuesto para dotar de más fondos al Pentágono, discrimina a las minorías que buscan refugio en Occidente y multiplicó la exportación de insumos bélicos a Medio Oriente, provocando una carrera armamentista que recuerda a los meses previos de la Guerra del Golfo.
Sin nombrar al presidente americano, Arias Sánchez desnudó la política de Estado que propone Trump para el mundo: "esas armas tarde o temprano se van a seguir disparando. Habría que preguntarse por qué no le damos más lugar a la diplomacia, el uso de la fuerza debería ser el último recurso a utilizar", dijo. Y remató: "América Latina es uno de los continentes que más aumentó su gasto militar. Uno se pregunta quiénes son los enemigos cuando nuestros enemigos son el hambre y la desprotección del medio ambiente".