Un compañero de escuela de Anna Frank contó cómo sobrevivió a los nazis

Se trata de Albert Gomes de Mesquita, que a los 87 años, sigue recorriendo el mundo para hablar del legado de la autora de los diarios, que murió en un campo de concentración

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A los 87 años, Albert Gomes de Mesquita sigue recorriendo ciudades para transmitir a los jóvenes de todo el mundo el legado de Ana Frank, la adolescente que durante su cautiverio escribió un diario que se transformó en un mensaje contra la discriminación y a favor del respeto a la democracia, la diversidad y los derechos humanos.  Se trata de uno de los pocos sobrevivientes del horror nazi que aún se conservan vivos y lúcidos, por eso su testimonio es especial. Es que fue compañero de Anna durante un año en el Liceo Judío al que fueron obligados a asistir una vez que los nazis invadieron Holanda, en 1938. Es más. Su nombre figura en un pasaje de los diarios, donde Anna cuenta que se trata de un compañero muy estudioso e inteligente.

Para conmemorar los 70 años de la publicación de los diarios, Albert vino a la Argentina a participar de distintos actos. Infobae pudo entrevistarlo en el Centro Ana Frank Argentina, la casona de Belgrano que es imprescindible conocer, para saber del contexto de esos tiempos e incluso recorrer una réplica de "la casa de atrás", las habitaciones que Otto Frank había construido en los fondos de la fábrica que le pertenecía, refugio de la familia.

Los Frank fueron delatados y descubiertos y enviados a campos de concentración. Anna murió de tifus en Auschwitz. Pero en los jardines de la casona crece un retoño del castaño que ella veía -apenas una parte de él- desde una ventana de su escondite y era su único contacto con el exterior, por el que podía conocer la estación del año y el clima reinante. Ese castaño, en Ámsterdam, todavía crece fuerte. En Belgrano su retoño empieza a transformarse en árbol.

En este diálogo, el sobreviviente cuenta lo que recuerda de Anna, el cumpleaños de la joven donde le regalaron el cuaderno para que escribiera los recuerdos de su adolescencia, y su propia experiencia: su propia familia también tuvo que refugiarse y vivió en 12 sitios diferentes de su Holanda natal, en algunos apenas unos pocos días, en otros un par de años. También recuerda sus sentimientos cuando volvió a uno de esos lugares 25 años después. Aquí, su testimonio.