La carta de renuncia del juez de Casación Pedro David

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El juez de la Cámara Federal de Casación Penal Pedro David envió este mediodía su renuncia, a través del ministro de Justicia Germán Garavano al presidente de la Nación Mauricio Macri.

En el texto, David recordó que todos los cargos judiciales que desempeñó fueron "siempre bajo gobiernos constitucionales". En su renuncia agradeció, en primer término a los empleados y funcionarios judiciales que lo acompañaron en su carrera. Luego a los letrados y a las asociaciones profesionales de abogados que litigaron tanto en Casación como en los lugares que ocupó antes.

Agradeció a Liliana Catucci, actual presidente de la Casación y al resto de sus colegas de ese Tribunal "por el apoyo recibido". Incluyó en ese agradecimiento tanto a "los presentes, como a los que ya no están". David está en la Casación desde que comenzó a funcionar esa Cámara allá por 1992. Fue el único integrante de aquel Tribunal original que no recibió impugnaciones cuando fue propuesto. Luego de casi 25-con interrupciones- años abandona su cargo.

En un párrafo de su carta de renuncia el juez asegura que "debo destacar que jamás en mi prolongada vida judicial he recibido presión alguna, tanto personal como institucional, que pudiese alterar los dictados de mi conciencia y la integridad de mi conducta".

A continuación, la carta completa:

Distinguido Sr. Presidente de la República Argentina:

Cumplimentando mi nota anterior remitida a la Dra. Adriana Donato, Presidente del Honorable Consejo de la Magistratura de la Nación, de fecha 30 de marzo de 2017, cuya copia acompaño a la presente, y frente a la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el Expte. CSJ 159/2012 (48-S) CSl, caratulado "Schiffrin, Leopoldo Héctor c/ Poder Ejecutivo Nacional s/ Acción meramente declarativa", rta. el 28 de marzo de 2017, vengo a presentar ante Ud. mi renuncia a las funciones que desempeño como Juez Titular de la Vocalía Nro. 7 de la Cámara Federal de Casación Penal.

Fui designado para ocupar estas honrosas funciones por Decreto Nro. 2510 del 21 de diciembre de 1992, y con acuerdo del Honorable Senado de la Nación, obtenido sin impugnación alguna.

Reitero que ya estaba jubilado desde 1983, cuando fui nombrado en esta Cámara Federal y, de acuerdo a la resolución de la Corte Suprema de Justicia de La Nación (Nro. 2887/97) opté, entre la percepción del sueldo y mi jubilación, percibir esta última sin límite de tiempo alguno y hasta el día de la fecha, con los rubros diferenciales que dicha resolución estableció.

Debo dejar constancia que, durante mis extendidas funciones en esta Cámara Federal, como así también cuando me desempeñé como Juez ad litem del Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia (nombrado en el año 2005, en funciones durante el período 2008-2005), lo mismo que en designaciones anteriores en el Poder Judicial de la Nación – cuando me desempeñé como Juez de la Cámara Criminal y Correccional de Buenos Aires (1974-1976)-, así como a nivel provincial -como Juez de la Corte de Justicia de Salta (1953-1955), Camarista del Trabajo de esa provincia (1952-1953), Asesor de Menores y Fiscal de Estado (1951-1952)-, siempre he tenido como referencia central, tanto en lo personal como en lo institucional, las normas y valores de la Constitución Nacional y de los instrumentos internacionales que regulan los Derechos Humanos y el Derecho Penal Humanitario.

En todas mis funciones judiciales, siempre bajo gobiernos constitucionales, he sido permanentemente apoyado por el excelente desempeño de funcionarios y empleados judiciales de gran probidad, ilustración jurídica y esforzado cumplimiento del deber. Para ellos, mi gratitud permanente.

Igualmente, debo destacar que jamás en mi prolongada vida judicial he recibido presión alguna, tanto personal como institucional, que pudiese alterar los dictados de mi conciencia y la integridad de mi conducta.

Debo agradecer también a letrados y a las asociaciones profesionales de abogados que litigaron ante esta Cámara y en mis funciones anteriores.

Deseo también agradecer a la Presidente de esta Cámara Federal de Casación Penal, Dra. Liliana Catucci, y a todos los colegas de la misma, los presentes y los que ya no están, por el apoyo recibido.

Haciendo votos por un perfeccionamiento permanente de la justicia en nuestro país, le reitero las expresiones de mi consideración más distinguida.

Dios guarde a Ud.

Pedro R. David

Juez de la Cámara Federal de Casación Penal

Vocalía Nro. 7

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