El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, y el neurocientífico Facundo Manes cerraron este viernes el V Congreso Argentino de Derecho Ambiental, en el aula magna de la Facultad de Derecho de la UBA, con una conferencia sobre "Neurociencias y Derecho. Esquemas de razonamiento para la resolución de conflictos colectivos".
Manes comenzó su exposición definiendo a la neurociencia como "un área de la ciencia que estudia el sistema nervioso" y a la neurociencia cognitiva como un "área de la neurociencia que estudia en humanos las funciones cerebrales". "Es una herramienta más que permite tomar decisiones lo más razonables posible", sostuvo.
A su turno, Lorenzetti hizo referencia a los aportes que las neurociencias pueden hacer a un enfoque interdisciplinario "para mejorar el futuro del país". En primer lugar, se refirió a las "apreciaciones sistémicas": el enfoque global de los problemas, por sobre las causas aisladas. En ese punto, trazó un paralelo con la política: "¿En qué se diferencia un dirigente de un estadista? El dirigente normalmente cuando tiene un problema ve una parte de ese problema, y se enfoca en la solución de ese aspecto; el estadista ve la globalidad, el sistema, todas las partes cómo interactúan. El dirigente está enfocado en lo que acontece en el momento; el estadista puede ver las segundas causas, las terceras causas, lo que va a pasar mañana y dentro de 50 años".
En ese punto, y haciendo referencia a la crisis financiera de las hipotecas subprime, Lorenzetti sostuvo que "la visión que nosotros tenemos de por qué se producen las crisis es bastante limitada", y afirmó que "son los pequeños errores latentes los que se van acumulando y producen las crisis". "La Argentina tiene una larga experiencia en crisis de este tipo, donde nosotros dejamos de hacer una cosa, dejamos de hacer otra, pensando que no tienen ninguna importancia, pero se van acumulando en la base, va levantando presión y en algún momento explota, generalmente cada 10 años", añadió.
El presidente de la Corte se refirió también a la "autorreferencia" que produce la tecnología y las redes sociales, donde lejos de imponerse una visión única como lo imaginó George Orwell, "cada uno ve una serie de páginas que confirman más o menos las ideas que ya tiene, y los amigos de Facebook son siempre los mismos. Esto, en términos de organización de la gobernabilidad, no es un tema menor. Hace unos años, Cass Sunstein escribió un libro, Going to Extremes, donde dice que si cada uno se contacta con su propia esfera de identidad autorreferencial lo que vamos a producir es que cada sector va a los extremos. Esto está pasando. En todo el mundo".
"Muchas políticas públicas pueden estar bienintencionadas por quienes las diseñan y quienes la intentan implementar, y pueden ser buenas para la población para la que están dirigidas, pero si no se entiende el esquema mental de a quien está dirigida, puede fracasar. Esto le pasa a muchos organismos internacionales", ejemplificó Manes, para lo que propuso un ejercicio para evitar que cada vez nos juntemos más con los que piensan como nosotros: "pensar empáticamente, pensar que en el pensamiento del otro hay semillas de verdad". "El secreto es encontrar un proyecto superador para el futuro", añadió.
Por último, Lorenzetti remarcó que para lograr la cooperación debe haber "sistemas institucionales que lo permitan: lugares de encuentro, que es algo que también dice el papa". "Tenemos pocos lugares de encuentro. Antes existía la plaza, ahora estamos cada vez más encerrados", concluyó.
Las exposiciones completas de Facundo Manes y Ricardo Lorenzetti