Calculan que "en un abrir y cerrar de ojos" se privatizaron 400 mil hectáreas de costas de lagos y ríos

“Es el equivalente a diez veces la Ciudad de Buenos Aires”, explicó a Infobae la senadora Magdalena Odarda. El miércoles será la última oportunidad de aprobar un proyecto para revertir la situación

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Es la última oportunidad. En la medianoche del miércoles perderá estado parlamentario un proyecto que busca revertir un cambio introducido por el nuevo Código Civil y Comercial y que en los hechos implicó una de las mayores privatizaciones de tierras de las últimas décadas. ¿Qué ocurrió? Se achicó la franja sobre la costa de dominio público que los propietarios deben dejar sin construir para que cualquier ciudadano la pueda disfrutar. Infobae entrevistó a la senadora Magdalena Odarda, que encabeza en el Congreso la lucha para revertir la situación.

– Antes que nada: ¿qué es el camino de sirga?

– Es un espacio público que todos conocemos como costas, de ríos o de lagos, que son de dominio público, que todos podemos usar sin tener que pedirle permiso a nadie y que ya está incorporado a nuestra cultura. Se puede usar para pasar un día de recreación con la familia, o para practicar deportes, pescar o para la producción.

– ¿Qué decía antes el Código Civil y qué dice ahora el Código Civil y Comercial con respecto al camino de sirga?

– El Código Civil decía desde su creación que las costas son públicas y que tienen 35 metros. Después empezaba el territorio privado. El nuevo código modificó la extensión, los redujo 20 metros, o sea, a 15 metros, que además son privados con una restricción de dominio por parte del propietario, que a su vez tiene la obligación de dejar pasar. Pero yo para un caso que estoy siguiendo, hace 11 años que estoy peleando para pasar a un lago que es público. Si dejamos que las cosas sigan así vamos a tener que ir a juicio para acceder a las costas de ríos o lagos de toda la Argentina.

– ¿Hubo alguna explicación de por qué se decidió el cambio?

– La única explicación que valoro es la del senador (Miguel Ángel) Pichetto, que dijo que había sido un error, que el código se votó prácticamente a libro cerrado y que tiene muchas cosas buenas, pero que alguna persona con intereses en contra del pueblo aprovechó el momento para reducir los metros del espacio público. En su momento se dijo que había muchos negocios e intereses en juego. Nosotros queremos pensar que fue un error y que hay que repararlo, porque le quitaron un derecho a todos para entregárselo a privados en un abrir y cerrar de ojos. Por eso es la privatización más grande de las últimas décadas.

– ¿Cuántas hectáreas calculan que se vieron afectadas?

– Unas 400 mil hectáreas, diez veces la Ciudad de Buenos Aires.

– ¿Cuál es la situación en la desembocadura del río Quilquihue, en el lago Lolog, donde hace diez años asesinaron a Cristian González por ir a pescar?

– El de Cristian es un caso emblemático, porque lo mató alguien que se creyó dueño de un río. Hace años encontrábamos en los sitios de internet ofertas como "vendo tierras con costas de río". Me cansé de denunciar a las inmobiliarias que las promocionaban. Después de lo que pasó con Cristian hay mayor concientización y un apoyo impresionante de la población. Ahora tenemos un día donde conmemoramos el libre acceso a las costas, el 30 de agosto, en honor a Cristian. Pero hay muchos Cristian González a los que sacan a los tiros y ponen en riesgo sus vidas por ir a pescar o hacer rafting. Esto va de la mano del proceso de extranjerización de tierras alarmante que se viene sufriendo desde hace tiempo. Para ellos, las costas son lugares perfectos, porque además del paisaje, tienen minerales estratégicos como el uranio en la Patagonia.

– ¿Cuál es la situación del Lago Escondido, que de alguna manera es otro emblema de la privatización de los ríos y lagos de la Patagonia?

– Yo vengo encabezando esa lucha hace 11 años. Tenemos un juicio ganado y ahora los jueces deben decir en qué tiempo deben abrir el camino de 20, 24 kilómetros, que ya está hecho, desde la Ruta Nacional 40, entre El Bolsón y Bariloche. Pero ningún gobierno hasta hoy decidió abrir el camino. Si cualquier ciudadano común comete una contravención menor, lo sancionan. Acá es el Estado el que no cumple para darle privilegios a un magnate inglés, Joe Lewis, en pleno siglo XXI. Pero queremos separar el caso de Lewis de la lucha por las costas libres, porque nosotros luchamos por las costas libres de toda la Argentina.

– ¿Qué pasó en el Congreso luego de que se aprobara el Código Civil y Comercial? ¿Qué hicieron para tratar de revertirlo?

– Yo presenté un proyecto en el Senado al que luego se sumaron iniciativas de todos los partidos. En el Senado salió de manera unánime. Luego pasó a la Cámara de Diputados, donde parece que hubo una orden para detener el expediente, porque pasó un año en el que nosotros todas las semanas presentábamos pedidos para que se incluya en el orden del día y no tuvimos respuesta. Esperaban que llegue el 30 de noviembre para que el expediente pierda estado parlamentario. Fue una lucha tremenda, hasta que por suerte, en la última oportunidad que teníamos, logramos que se vote a favor sin objeciones. Eso nos permitió llegar a la segunda comisión, donde también se votó por unanimidad. Pero después no quisieron incorporarlo a los órdenes del día y hubo que hacer un trabajo artesanal, diputado por diputado, explicándole lo que significan las costas. Hoy la mayoría de los bloques de la Cámara de Diputados se han comprometido a tratar el proyecto el 30 de noviembre, en las primeras horas del día. Esperamos que no haya ninguna argucia final para que lleguen las 12 de la noche y el proyecto se caiga. Nos manifestaron su apoyo Elisa Carrió, Héctor Recalde, Sergio Massa, Victoria Donda, Margarita Stolbizer, Alcira Argumedo de Proyecto Sur, el socialismo, y sé que Ricardo Alfonsín nos va a apoyar porque se va a acordar de su padre, que fue un gran progresista.

– Los críticos del proyecto alegan que el camino de sirga se creó pensando en asegurar la navegabilidad de los ríos y que los bueyes puedan arrastrar las embarcaciones.

– Son argumentos. Este artículo tuvo vigencia por más de 100 años. El término camino de sirga es anacrónico, porque las embarcaciones no necesitan que las empujen con sogas. Por eso hablamos de otro paradigma, que es el de las costas libres. Se trata del derecho humano al agua, de preservar las costas para proteger la biodiversidad y, sobre todo, para el disfrute. Una familia no tiene por qué pedir permiso para ir a tomar mate frente a un río.

– ¿Qué puede pasar si el proyecto se cae?

– Si el 30 de noviembre esto no se convierte en ley, se van a privatizar las costas en serio, y no vamos a poder ni ir a pescar, porque vamos a tener el riesgo de que nos pase lo mismo que a Cristian González.