Denuncian que De Vido gastó 14 millones de dólares en equipos para cine

La Justicia investiga varias irregularidades en la operación y los vínculos con la productora de un empresario K. La firma local que facturó la venta es una ortopedia

Compartir
Compartir articulo
Julio De Vido, envuelto nuevamente en una denuncia por corrupción (NA)
Julio De Vido, envuelto nuevamente en una denuncia por corrupción (NA)

Jorge Lanata presentó una investigación -adelantada hace tres semanas por Infobae- en la que acusó al ex ministro de Planificación kirchnerista, Julio De Vido, por la compra irregular de una máquina de efectos especiales para cine que costó 14 millones de dólares.

Según la denuncia presentada ante la Justicia, los equipamientos fueron adquiridos a la empresa norteamericana Viacom pero no se utilizaron para realizar ninguna película.

Se trata de una tecnología que no existía en Argentina ni en América Latina hasta que De Vido la compró.

La compra incluyó computadoras, servidores, sensores y cámaras que son utilizadas por los grandes estudios de Hollywood para sus proyectos. Lo que hacen estos equipos es registrar movimientos humanos que luego son convertidos en animaciones tridimensionales. La película El Hobbit es un buen ejemplo de cómo funciona. Se trata de una tecnología que no existía en Argentina ni en América Latina hasta que De Vido la compró.

Sin embargo, se investigan varias irregularidades.  En primer lugar, la representante local de la firma -que facturó la venta- se dedica a la ortopedia y se llama Sistemas Latinos, sin antecedentes en el área.

La Justicia también investiga si una productora que maneja un empresario vinculado al kirchnerismo ha estado utilizando los equipos desde hace más de un año en forma privada.

Por otro lado, la máquina no fue destinada al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), sino que fue instalada en la Universidad de San Martín. La Justicia también investiga si una productora que maneja un empresario vinculado al kirchnerismo ha estado utilizando los equipos desde hace más de un año en forma privada. Ni las autoridades de la Universidad ni las de la productora SINEMA dieron su testimonio ante las preguntas de los periodistas.

La denuncia se realizó a partir de las pruebas que aportó un informante de identidad reservada.