Ricardo Jaime irá a juicio oral en la causa por enriquecimiento ilícito

Por Omar Lavieri

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Ricardo Jaime irá a juicio oral por la causa de enriquecimiento ilícito (NA)
Ricardo Jaime irá a juicio oral por la causa de enriquecimiento ilícito (NA)

Ricardo Jaime fue secretario de Transporte entre 2003 y 2009. Está preso desde el 2 de abril pasado. Fue el primer kirchnerista- se han sumado varios- en quedar detenido por un caso de corrupción. Está condenado por coimero ya que aceptó una pena para evitar ir a juicio oral y público en dos casos en que empresarios que debía controlar lo sobornaron. Fue condenado por el intento de robo de pruebas en un allanamiento. Y también fue condenado a prisión por su responsabilidad en la Tragedia de Once, un caso en el que se comprobó que la corrupción mata.

Este jueves, el juez Sebastián Casanello cerró otro de los episodios judiciales que marcaron el sistema de corrupción que condujo Jaime en la secretaría de Transporte del kirchnerismo. El juez terminó la investigación y elevó el caso a juicio oral y público. Según la acusación del fiscal Carlos Rívolo, Jaime y sus testaferros-familiares y allegados- no pudieron justificar cómo adquirieron bienes por 12 millones de pesos.

Jaime fue procesado por Casanello, ese procesamiento confirmado por la Cámara Federal y este jueves fue enviado a un Tribunal Oral Federal para que se realice el juicio. Junto a Jaime tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados varios testaferros. Entre ellos están su ex esposa Silvia Reyss, las dos hijas de ella Lorena y Agostina Jayo y Daniel Eduardo Jaime, uno de los hermanos del ex funcionario.

También Manuel Vázquez, hacedor de negocios sucios para Jaime, quien se encuentra detenido con prisión domiciliaria por la millonaria compra de trenes en desuso a España y Portugal. Jaime, procesado y detenido en la cárcel de Ezeiza, cobró junto a Vázquez una coima de dos millones de euros por esa operación. Un hijo de Vázquez, Julián, también deberá ir a juicio oral y público como testaferro del ex funcionario.

Dos empelados de Néstor Otero, dueño de la Terminal de ómnibus de Retiro, a quien Jaime debía controlar cuando era funcionario, también serán enjuiciados. Es que Alfredo Pielach y Lisandro López le regalaron a Jaime -como parte de pago de negociados- un hotel situado en la ciudad cordobesa de Carlos Paz, que manejaba su hija Julieta Cecilia Jaime. Otero, quien coimeó a Jaime pagándole el alquiler del departamento donde vivía el ex funcionario, se adjudicó durante el gobierno de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, la Terminal de Villa Soldati. Fuentes de la industria del transporte aseguran que el empresario podría ser beneficiado en la licitación a la que se ha convocado para la Terminal de Retiro. En la causa de enriquecimiento ilícito de Jaime, la sombra de la corrupción también le llega al empresario Otero.

Durante la investigación se detectaron más de treinta operaciones que ni Jaime ni sus testaferros pudieron justificar. Entre ellas la adquisición de un avión privado por la suma de cuatro millones de dólares. Producto e la corrupción Jaime  sus testaferros compraron un hotel, casas en countries, autos, un diario y una radio en la provincia de Córdoba, entre otras cosas.

Una de las tres hijas de Jaime, Julieta, fue procesada como testaferro por Casanello y esa decisión fue apelada. Si la Cámara le confirma el procesamiento también irá a juicio oral y se sentará en el banquillo de los acusados junto a su padre.

La investigación judicial que hoy dio por culminada-porque existen sobradas pruebas del delito de enriquecimiento ilícito- Casanello comenzó en 2008 y hasta el año 2012 estuvo a cargo de Norberto Oyarbide (hoy jubilado). El fiscal siempre fue Rívolo, quien en marzo pasado acusó a Jaime  ya que en la investigación quedó demostrado que "se ha enriquecido patrimonialmente, de manera apreciable e injustificada -en relación con sus ingresos legítimos- durante el período en que ejerció el cargo público de Secretario de Transporte de la Nación, comprendido entre el 28 de mayo de 2003 y el 1 de julio de 2009, y los dos años posteriores del denominado "período de sospecha", mediante las operaciones de compraventa de bienes y con la participación de las personas interpuestas (testaferros)".

Este caso judicial reafirma que Jaime fue un corrupto de Estado. Recibía sobornos de empresarios y compraba cosas que ponía a nombre de otros. Así de simple.