La primeza vez que sintió una sensación extraña tenía 18 años y creyó que "algo andaba mal en sus manos". Más tarde, Charlie Goldsmith entendió que se trataba de una energía superior, de algún modo él era el canal de una energía sanadora, pero recién a los 35 años se animó a hablar públicamente del tema. Y aunque tiene el don –él lo llama gift (regalo en inglés)– y lo brinda generosamente entre la gente que se acerca a él y entre sus conocidos, no se dedica tiempo completo a curar sino que se reparte entre su agencia de marketing y su compañía de alimentos saludables.
EL DESCUBRIMIENTO. Honestidad, simpleza, contundencia y generosidad. Increíblemente, en una charla telefónica de apenas una hora pude percibir todas estas cualidades en Charlie Goldsmith, este australiano de 37 años que según su abuela "siempre fue un niño especial" y será protagonista de El Don, una serie que el 26 de este mes estrenará Discovery Home & Health a las 22.
A lo largo de seis episodios se mostrarán historias reales en las que a través de su energía sanadora Charlie trata a pacientes con dolencias severas o crónicas que la medicina tradicional no ha podido solucionar.
-¿De qué se trata tu poder sanador?
-No es fácil de explicar. La energía me sale del cuerpo cuando me focalizo en personas que no están bien y esto les genera un cambio drástico, los ayuda a sentirse mejor. No sé cómo explicarlo, pero sé que funciona. En casos de fibromialgia, por ejemplo, funcionó muy bien, de manera efectiva y rápida.
-¿Qué sentís cuando cerrás los ojos y focalizás la energía de tus manos en la persona con dolor?
-Es difícil de describir. No pienso ni me imagino algo específico. Simplemente hago foco en su cuerpo y el cambio sucede. No es tan complicado, de verdad. Posar mi energía en el problema del otro hace que el problema empiece a mejorar.
-¿Creés que la ciencia puede explicar o avalar este don?
-Quiero que la ciencia lo investigue y ya lo están haciendo médicos y científicos de Estados Unidos. Este año, por ejemplo, me van a dar una serie de casos (es decir, personas con ciertas enfermedades) para trabajar, van a monitorear los resultados en esos pacientes y luego los compararán con otro grupo de pacientes que no hayan estado conmigo y a quienes hayan tratado con placebos. La idea es que pueda demostrar mis resultados. Sería maravilloso que la ciencia aceptara mi don porque simplemente funciona, y si en algún caso no funciona, no genera ningún daño.
VER PARA CREER. "Simplemente no quiero, no me hace sentir bien, por eso prefiero no hacerlo", responde sin vueltas cuando se le pregunta por qué no lucra con su don. Pero sí aceptó grabar esta serie de documental para dar a conocer su potencial: "Yo sólo hice lo que sé hacer; conocí en el momento del rodaje a las diferentes personas con dolencias crónicas y les di mi energía".
"Creo que la emisión de estos episodios puede servir para que la gente con dones parecidos a los míos sienta que no está sola y que esa habilidad puede ayudar a mucha otra gente. Espero que en el futuro la sanación energética esté a disposición de muchos. Además, creo que estos capítulos le van a permitir a la gente que no cree en este tipo de sanación poder ver de qué se trata, los resultados que se obtienen y luego decidir si sostienen o no su postura. Pueden darse la chance de creer con sus propios ojos", explica.
Texto: Carolina Koruk Fotos Gentileza Discovery Home & Health
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