Francisco y la Iglesia latinoamericana

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Los católicos en números

A nivel mundial, en la Iglesia Católica hay 14.082 sacerdotes, 54.229 religiosos no sacerdotes, 670.330 religiosas, 351.797 misioneros laicos y 3.122.653 catequistas sobre un total de 1.284.810.000 católicos en el año 2015. Según los últimos datos del año pasado, de 1285 millones en 2015 pasaron a ser 1299 millones en 2016, aunque las vocaciones disminuyeron en un 0,6 por ciento. Es la religión más numerosa de todo el planeta, donde hay una población de más de siete mil millones de habitantes.

Mirándonos a los ojos

Hasta el año 2013, a decir de un salesiano argentino, bastaba mirar a un cura a los ojos para advertir resignación y tristeza cuando considerábamos temas tales como el progreso de la secularización de la sociedad, la consolidación de las Iglesias pentecostales en América Latina, el descenso de las vocaciones, la inercia de muchos párrocos, cardenales y obispos encerrados en sus templos, los escándalos financieros en la banca vaticana y las denuncias de curas pedófilos.

Pero algo pasó

En Latinoamérica hay 425 millones de católicos. En contra de lo que ocurría en las últimas décadas, la disminución de la población católica se interrumpió en casi todos los países de nuestro continente (y también del mundo) a partir de la asunción del papa Francisco. Ceremonias con parroquias llenas, participación de los laicos en labores de servicio, los religiosos en la calle, el compromiso de las jerarquías en las problemáticas sociales, las masivas procesiones o encuentros de católicos, son signos del hoy.

Una rápida mirada sobre la labor institucional de la Iglesia en los últimos días en algunos países latinoamericanos bastará para mostrar esta realidad.

"Asumir los procesos posibles y el camino largo" (Francisco, EG nº 225)

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Antes de dar esa mirada, una reflexión. Al cabo de décadas de interminables debates teológicos y divisiones internas tenemos la sensación de que la Iglesia en su conjunto y en especial la latinoamericana entendió que no podemos quedarnos clavados en los debates. Mucho menos en las ideologías. La Iglesia es acción. Y la acción del católico es interacción constante entre la realidad y la fe. También cuando se trata de debates o conflictos. Para decirlo en términos bergoglianos: "El tiempo es superior al espacio", los conflictos y los debates religiosos, culturales o morales hay que aceptarlos y seguir adelante en la acción. El conflicto pone un límite a nuestra pretensión de plenitud, aspiración de tener toda la razón, razón de verdad y de ser reconocidos. "El límite es la pared que se nos pone delante" (Francisco, EG nº 224). No lo podemos ignorar, tapar o romper la unidad para afirmarnos en lo nuestro. Debemos sufrirlos, discernir con el otro, generar lo que será a veces un largo proceso dialógico de superación que solo se da en el tiempo, pero no quedarnos clavados en el conflicto. Mientras esperamos el tiempo oportuno de superación de los obstáculos que nos plantea la época, dice Francisco, hay que "generar procesos que construyan pueblo" (EG 225).

Esto ocurre en un mundo de la información, donde la contaminación de los medios a través de las campañas de los grandes centros de poder, disfrazadas de las más diversas formas, participan en forma permanente en el juego político local e internacional procurando desviar el camino de la Iglesia Católica.

En Nicaragua: una Iglesia mediadora

El presidente de ese país, Daniel Ortega, ya tiempo atrás devino en un gobernante autoritario. Así lo atestigua el propio poeta y sacerdote otrora sandinista, Ernesto Cardenal. Los medios dan cuenta que esta semana la represión contra quienes manifestaban reclamando menos corrupción y contra el ajuste que introdujo el gobierno afectando fondos previsionales (asediado por un acuerdo con el FMI que celebró el anterior gobierno neoliberal al cual el sandinismo se opuso). Mientras tanto, las autoridades del clero de Managua intercedieron para garantizar la paz social, y el cardenal y arzobispo Leopoldo Brenes, el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag y el obispo auxiliar de Managua fueron agredidos por grupos que se dicen leales al presidente Ortega. El Gobierno alegó que dentro de la Catedral se habían refugiado terroristas con armas de guerra.

A pesar de lo ocurrido y tal vez a propósito de una clara lectura de ello, el obispo auxiliar declaró en las últimas horas que seguirán mediando en los conflictos y trabajando para lograr el diálogo y la paz social, proponiendo que se adelanten las elecciones para el año próximo.

Hay que aclarar que la Iglesia dio una muestra de equilibrio por parte de los prelados agredidos y del Vaticano, que respaldó en declaraciones del secretario de Estado lo actuado por ellos y el compromiso de seguir mediando para superar la crisis social.

Seguramente tomando en consideración la delicada situación de Nicaragua. País que desde la geopolítica se ubica en un lugar equidistante entre el norte y el sur, y entre el este y el oeste, punto de central importancia estratégica que excede este comentario. Ortega ganó por el 70% de los votos y pronto arreciaron las agitaciones sociales apoyadas desde afuera, a veces con razones muy legítimas, contra un gobierno autoritario y agobiado por la deuda con el FMI. El acuerdo con China para la construcción del canal de Nicaragua y la instalación, el pasado abril, de una estación satelital rusa en Managua (laguna de Nejapa) para "controlar el narcotráfico y estudiar los fenómenos naturales", según se dice, desafiaron la preeminencia de Estados Unidos sobre la región. El Congreso de este país aprobó el proyecto de ley conocido como Nica Act (Nicaraguan Investment Conditionality Act of 2017), que busca congelar los préstamos internacionales del Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo a Nicaragua.

En Venezuela: una Iglesia por la restitución del poder al pueblo

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La Iglesia viene reclamando, y lo ha reiterado en estos días, por una mayor justicia y razonabilidad de las autoridades de gobierno frente a los excesos del presidente Nicolás Maduro, que, como es público, ignora legítimos reclamos del pueblo venezolano que vive en una situación de emergencia alimenticia, económica, sanitaria y en un verdadero caos social. Ante ello y frente a una emigración sin precedentes, las autoridades de la Iglesia Católica reclamaron una vez más "la pronta restitución del poder soberano al pueblo".

En Perú: una Iglesia contra la corrupción

La presidencia de la Conferencia Episcopal peruana acaba de reclamar "reformas estructurales" para evitar la corrupción en el Poder Judicial. Haciéndose eco del sentir de importantes segmentos del pueblo, piden que se esclarezcan hechos de corrupción en ese ámbito que produjeron un grave escándalo social.

En Colombia: una Iglesia por la paz

El episcopado colombiano hizo un severo reclamo y un llamado a la paz luego que en el departamento del Valle del Cauca asesinaron al popular líder social de la Asociación de Campesinos, Fernando Gómez, el 7 de este mes, en la zona rural, municipio de Guacarí, cuando estaba gestionando proyectos de trabajo para su comunidad. A lo que se sumó el asesinato de otros tres líderes socialistas. Las autoridades eclesiásticas del departamento del Valle del Cauca, por su parte, condenaron públicamente el homicidio del líder social y de tres políticos también asesinados en diversas localidades de ese país.

En Brasil: una Iglesia por el cuidado, "con osadía y sin miedo"

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La Iglesia de Brasil acaba de presentar este miércoles, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el documento preparatorio de la asamblea especial del Sínodo de los Obispos para la región pan-amazónica, en programa en octubre 2019.

"La Iglesia con rostro amazónico debe buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana".

"Escuchar a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en la Amazonía". Contemplar que la cuenca amazónica supone para nuestro planeta una de las mayores reservas de biodiversidad y más de un tercio de los bosques primarios del planeta. Nueve países comparten este gran bioma en una extensión de más de siete millones y medio de kilómetros cuadrados: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela, incluyendo la Guyana Francesa como territorio ultramar.

Invita a los católicos a actuar hacia una Iglesia del rostro amazónico, buscando nuevos caminos para hacer crecer el rostro amazónico de la Iglesia y también responder a las situaciones de injusticia de la región, como el neocolonialismo de las industrias extractivistas, los proyectos de infraestructuras que dañan su biodiversidad, y la imposición de modelos culturales y económicos ajenos a la vida de los pueblos".

"Buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamenta en el evangelio de la justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes, y que supere la lógica utilitarista e individualista, que no somete a criterios éticos los poderes económicos y tecnológicos".

El largo documento propone "relanzar la obra de la Iglesia" en el territorio y profundizar el "proceso de inculturación" que exige que la Iglesia en la Amazonía haga propuestas "valientes", que supone tener osadía y no tener miedo, como nos pide el papa Francisco.

En México: la dimensión política de la fe

Tras las recientes elecciones que consagraron a Andrés López Obrador como presidente tras seis años de gobierno neoliberal de Peña Nieto, la Conferencia Episcopal de México afirmó: "Solo podremos crear mejores condiciones de desarrollo para todos si nos involucramos en primera persona en el mejoramiento de nuestros municipios, entidades federativas y de toda la República Mexicana". "Ningún gobernante por sí mismo tiene todas las ideas y todas las soluciones. Es responsabilidad nuestra seguir participando cívicamente, siempre con respeto de los derechos humanos y del auténtico bien común".

"A los católicos, en especial, los exhortamos a redoblar su compromiso para que el testimonio de nuestra entrega y generosidad ilumine la vida social, con el evangelio de la vida, de la paz y de la solidaridad". Por supuesto que no faltó un párrafo de imploración a la Guadalupana, patrona de México y de América por un México reconciliado, justo y fraterno, "para que reivindique la dignidad de los más pobres y excluidos, la vida del no nacido, el bien de nuestras familias y la auténtica libertad religiosa".

En Bolivia

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Hoy y hasta el 16 de este mes de julio, en Santa Cruz de la Sierra se lleva a cabo el V Congreso Americano de Misioneros del continente, donde participan 1300 delegados de Bolivia y 1400 del resto de América, que se alojan en parroquias y en casas de familias de Santa Cruz. Los temas que allí se están analizando son el Evangelio y el anuncio de la buena noticia de Jesucristo, la alegría, la misión y el profetismo y la comunión y la reconciliación. Las misiones son integradas por voluntarios de todo el continente americano que pueden ser sacerdotes, religiosas, diáconos o laicos que realizan diversas misiones de servicio.

Recordemos que el obispo potosino Toribio Ticona Porco fue consagrado el mes pasado en el Vaticano cardenal emérito por el papa Francisco, en un histórico Consistorio en el que estuvo presente el presidente Evo Morales y una nutrida comitiva gubernamental de quien Ticona es amigo personal.

Un nuevo impulso de la fe

Al intenso trabajo de las jerarquías de la Iglesia Latinoamericana se le suman los movimientos de la renovación carismática o comunidades eclesiales de base, numerosos y diversos grupos de laicos en los ámbitos parroquiales, barriales, profesionales o gremiales, en las organizaciones libres no estatales o en distintas actividades populares.

"En su realidad inmediata, Jesús de Nazareth jamás puede ser contemporáneo a mí, pero sí puede serlo su mensajero, en cuya persona él mismo llega (Lc 10, 16). El arquetipo de mensajero es la Iglesia" (Romano Guardini, La Iglesia del Señor, 150-151). A la Iglesia pertenece el párroco, el religioso, la familia católica en la que he nacido y crecido, el colegio en el que me he educado, la comunidad de creyentes en la que me muevo, el Papa y sus obispos. "Cristo está presente en todas esas realidades actuales y me habla, pero no me habla como persona solitaria, sino como Iglesia" (La Iglesia del Señor, 151; cita de Rafael Fayos Febrer, en La existencia del cristiano, BAC Madrid, 1997, 366).