El final de la jornada fue electrizante. Cuando ya se habían soltado todos los globos y celebrado para tener y guardar en el búnker de Cambiemos, la calabaza que trasladaba a CFK comenzó a transformarse lentamente, otra vez, en carroza.
Al grito de "Cristina senadora", la militancia K le aguantaba los trapos a la ex presidente, quien resistía atrincherada en la trastienda de Arsenal.
La diferencia de votos entre Cambiemos y la Unidad Ciudadana comenzó a estrecharse de manera sostenida y dramática. A la 1:08, con el 80,48% de los votos escrutados, la diferencia era de 0,89. A la 1:27 la brecha no era mayor a 0,37. A esa hora ya se había contado casi el 87% de los votos.
A la 1:38, las barras subían el voltaje de sus consignas : "Lo damos vuelta, la LPQTP…".
A las 2:15, con 0,26% entre una y otra fuerza, y un feroz escenario de empate, Leopoldo Moreau acusó al Gobierno de estar "secuestrando" los datos como parte de una estrategia de marketing.
A esta altura de la madrugada ya nada daba igual. La tensión acumulada en el reñido conteo en la Provincia pasó a ocupar el centro de la atención.
La polarización al límite. De irse a dormir, ni hablar. La vigilia se sostuvo en la madrugada a la espera del 100%. Cristina prometió hablar, sí o sí.
El ritmo de entrega de los datos se volvió mucho más lento a partir de las 2. A esta hora, también en Santa Fe los números se acercaban.
A las 2:39, las pantallas arrojaban un 0,18 a favor de Bullrich. En minutos, 0,16. De Sarandí nadie parecía dispuesto a irse.
Antes de las 3 del lunes, el 0,10% demoraba el título del lunes. El 0,07 llegó a las 3:05.
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A las 3:15 Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos, mandó a todos a dormir: "Hoy esperamos llegar al 95%" . Habló de telegramas demorados y otras cuestiones que obligan a esperar el escrutinio definitivo. Mientras el funcionario hablaba, las pantallas tenían a Cambiemos un 0,03 arriba.
A las 3:43, con un 0,01 de diferencia, Cristina subió al escenario rodeada de los candidatos y se proclamó ganadora.
"Hemos ganado" dijo.
Un resultado tan parejo no cambia demasiado el curso de los acontecimientos.
Tan ajustada paridad solo aleja a Cristina de un primer lugar en octubre.
Con piso y techo casi sellados y sin llegar al 35% que obtuvo Aníbal Fernández, sumar votos para entrar al Senado acompañada por Jorge Taiana parece hoy una tarea imposible.
Para el futuro del PJ no da igual. Entrar raspando y sola aleja a Cristina de cualquier pretensión de liderazgo luego de la paliza electoral que Cambiemos impuso en distritos tan emblemáticos como San Luis o Santa Cruz y de los resultados en Córdoba, Mendoza, Entre Ríos y Jujuy entre otras provincias, hablan de una clara y mayoritaria opción por el cambio.