Cierre de listas: kirchnerismo paladar negro y barones del Conurbano

El acto de Arsenal reveló tempranamente la táctica de Cristina Fernández: plantear un hipotético enfrentamiento al ajuste de Mauricio Macri al llamar al escenario a “víctimas” de las últimas medidas económicas

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"El valor no lleva escrito en la frente lo que es", decía Karl Marx al señalar que la apariencia en realidad oculta la verdadera esencia de los fenómenos. La cita podría ser apropiada para caracterizar el anuncio de la lista de paladar negro kirchnerista que lleva como candidata a senadora a la ex presidente Cristina Fernández, pero que es sostenida, en realidad, por el aparato peronista de los barones del Conurbano bonaerense, viejos actores del peronismo ortodoxo que apuestan a reforzar su poder con la máscara de una lista cristinista.

El acto de Arsenal reveló tempranamente la táctica de Cristina Fernández: plantear un hipotético enfrentamiento al ajuste de Mauricio Macri al llamar al escenario a "víctimas" de las últimas medidas económicas, pero sin señalar que la provincia gobernada por su cuñada Alicia Kirchner aplica un ajuste feroz contra las masas y atraviesa una crisis política de una magnitud inconmensurable; a la vez que no se dejó fotografiar con los 48 intendentes pejotistas que conforman el aparato de la Unidad Ciudadana.

Su lista de diputados está encabezada por la economista Fernanda Vallejos, miembro de La Gran Makro, fundada por Amado Boudou, sospechado de enriquecimiento ilícito, y fiel a Axel Kicillof, quien con sus medidas económicas elevó el porcentaje de argentinos pobres a más del 30% de la población, y la sigue un ex presidente del Conicet, es decir, un ex socio del actual ministro macrista de Ciencia y Tecnología Lino Barañao. También está integrada por Fernando Espinoza, ex intendente de La Matanza y que pidió licencia de su cargo de presidente del PJ, a quien acompañan otros dos funcionarios de ese partido; Laura Russo, esposa del intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk; el ex candidato a presidente Daniel Scioli, en un sosegado quinto puesto; la esposa de experto en represión Sergio Berni, y así. La mezcolanza intenta brindar una apariencia progresista a una lista que pertenece al gobierno que inició el ajuste y la debacle económica que este gobierno continúa. Sin embargo, es una lista que busca recabar el voto del electorado cautivo kirchnerista y lo logrará.

Una parte importante del electorado progresista no votaría al kirchnerismo luego de 12 años de fracasos de la "década ganada". Tampoco lo haría el sector de la clase trabajadora, a quien la aplicación del impuesto a las ganancias sobre sus salarios sepultó la relación de bonanza con los K, y que hoy, tal vez, se arrepienta de haber votado al macrismo, que prometió derogar tal impuesto cuando, por el contrario, profundizó el ajuste y la debacle.

¿A qué lista votarían? Libres del Sur, de la diputada Victoria Donda, es aliada del macrismo en Mendoza y Tucumán y en la provincia de Buenos Aires conformaron un espacio junto con el ex kirchnerista y peronista Sergio Massa, alejado de cualquier pretensión progresista. Fernando "Pino" Solanas, sin renunciar a su senaduría porteña, va por la senaduría bonaerense, en un menjunje difícil de explicar. El MST de Vilma Ripoll, ex socio de Solanas, se embarcó en una pequeña lista izquierdizante, mientras los nuestroamericanistas bolivarianos de Itaí Hagman participan de la interna del peronismo porteño, a cuyo oficialismo encabezado por Daniel Filmus se sumaron, curiosamente o no tanto, los maoístas del Partido Comunista Revolucionario. Luis Zamora, como cada dos años, reaparece en el escenario político para intentar una vez más su ingreso al Parlamento en un caso abierto de proselitismo electoral de años impares.

Finalmente, luego de meses de discusiones, la izquierda selló la unidad del Frente de Izquierda al ritmo de su crecimiento en los sindicatos (acaban de ganar el sindicato docente de Mendoza), el encabezamiento de importantes luchas obreras y el enfrentamiento al ajuste del gobierno de Macri y el papel de liderazgo en la pelea contra el ajuste de Alicia Kirchner en Santa Cruz, entre otros aspectos que le otorgan una fisonomía de coherencia política en medio de un escenario en el que todos los actores aparecen revolcados y, como dijera Jorge Luis Borges, unidos no por el amor, sino por el espanto.

En unas PASO que no tienen razón de ser, al votante que apunta a las transformaciones sociales y a la equidad, y que repudia el ajuste económico que se cierne sobre los sectores populares, lo ejerza quien lo ejerza, las listas electorales también le presentan candidatos. La carrera hacia agosto está iniciada y la progresión de la crisis económica no será un factor menor a la hora de los resultados de esta elección.