El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, renunció a su cargo luego de que en el referéndum del domingo pasado triunfara el "no". Renzi había impulsado esa consulta y había señalado que dimitiría en caso de que el resultado fuera negativo.
El referéndum versaba sobre varias reformas a la Constitución italiana, entre otras, algunas destinadas a disminuir el poder del Senado (se pasaría a un virtual sistema unicameral) y a revertir la descentralización ocurrida en los últimos años.
Los críticos de Renzi sostenían que quería en verdad concentrar en el Poder Ejecutivo grandes atribuciones; aquel alegaba que buscaba simplificar el proceso legislativo y disminuir el gasto excesivo.
Como ocurre generalmente en estas consultas, la mayoría de la sociedad ignoraba el contenido sobre el que debía pronunciarse. El "sí" y el "no" terminaron siendo una aprobación o un rechazo global de Renzi, o acaso de la clase política en general. Porque este resultado no puede desligarse de otras elecciones de este año en las que invariablemente perdieron quienes representaban el statu quo: David Cameron y el Brexit, Hillary Clinton (y Barack Obama), el referéndum de Juan Manuel Santos en Colombia.
No es casual que el más importante apoyo del "no" haya sido el de un partido antisistema, hoy la primera minoría italiana, el Movimiento Cinco Estrellas, liderado por el actor cómico Beppe Grillo, quien es, además, un partidario de que Italia deje la Comunidad Europea.
Habrá que ver cómo sigue Italia, pero también Europa en general. La situación bancaria italiana es frágil y este resultado podría tener efectos muy negativos en la economía de la eurozona.