Paridad de género: ¿discurso o política?

Carla Pitiot

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"No queremos más, queremos lo mismo", repetimos una y otra vez este año en el Congreso. Empezamos exigiendo que se respete la perspectiva de género en la conformación de la Corte Suprema de Justicia. Lo hicimos porque sabemos que sin mujeres en la Justicia no hay justicia para las mujeres. Sin embargo, quienes toman las decisiones decidieron no prestar atención.

"Vivas nos queremos", dijimos en la marcha de #NiUnaMenos y ante cada femicidio. En la Cámara de Diputados, todos, o la mayoría, teníamos nuestros carteles en las bancas. Volvimos a ponerlos en el Miércoles Negro del primer paro nacional contra la violencia machista en el que una vez más pedimos que nos dejaran de matar sólo por ser mujeres.

Cuando comenzamos a discutir la reforma política, mujeres y varones de todos los espacios políticos nos reunimos, debatimos y consensuamos que la paridad debía ser parte del proyecto. Coincidimos en que introducir la paridad en las listas electorales era un paso para una democracia más representativa. Nos sacamos muchas fotos con carteles alusivos a la paridad. ¿Y?

La reforma política está frenada. Y si bien tenemos la chance de tratar en la Cámara de Diputados un proyecto sobre paridad de género en cargos electivos que cuenta con media sanción del Senado, no pasa nada. Con diputadas de otros espacios de oposición pedimos por nota que se trate el proyecto, pero una vez más decidieron ignorarnos.

Pareciera que para muchos hablar de paridad, perspectiva de género y femicidio solamente sirve para la foto, porque es políticamente correcto, pero a la hora de tomar decisiones miran para otro lado.

Por si quedara alguna duda de que para algunos funcionarios las cuestiones de género son sólo buenas para tomarse una foto, basta con mirar el presupuesto asignado para el Consejo Nacional de la Mujer (CNM).

Este año logramos la reglamentación de un artículo muy importante de la ley 26485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Fabiana Túnez, presidenta del CNM, organismo competente para velar por el cumplimiento de las disposiciones de la normativa, presentó el Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las mujeres (2017-2019), una deuda que el Poder Ejecutivo tenía con las mujeres de Argentina y con la sociedad desde el año 2010.

Sin embargo, el análisis del proyecto presupuestario para el ejercicio 2017 presenta un escenario un tanto preocupante: ¿puede el CNM desarrollar e implementar este plan nacional sin presupuesto? La respuesta, aunque evidente, merece un análisis pormenorizado.

Actualmente, el CNM se encuentra dentro de la órbita de la jurisdicción presupuestaria de Presidencia de la Nación y depende del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Para cumplir con sus objetivos cuenta con los recursos y la autorización de gastos del Programa de Formulación e Implementación de Políticas Públicas de la Mujer, a cargo de la unidad ejecutora Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.

Del análisis de este ítem se desprende que el CNM contará con un partida de 96,5 millones de pesos para funcionar el año que viene, de los cuales el 90% se destinará al pago de sueldos.

Esta participación de los gastos en personal en el presupuesto del programa no ha variado desde su constitución, en los ejercicios anteriores. No obstante, cobra especial importancia discutir que dentro de este esquema muchos objetivos planteados por el Consejo no tienen un correlato de recursos que puedan financiarlos.

Personal profesional para programas de atención directa, prevención, fortalecimiento y monitoreo; apoyo a la creación de Áreas Mujer; programa de fortalecimiento para organizaciones de la sociedad civil; equipamiento, materiales e insumos de comunicación, son los rubros presupuestarios que aparecen explicitados en el Plan Nacional para el ejercicio 2017, además de la proyección de la construcción de 36 Hogares de Protección Integral para el período 2017-2019, con un importe estimado en seiscientos millones de pesos.

Si pagando los sueldos al Consejo le van a sobrar algo menos de diez millones de pesos, ¿de dónde provendrá el dinero faltante? En relación con los gastos totales, el Programa de Formulación e Implementación de Políticas Públicas de la Mujer representa sólo el 0,004% del presupuesto nacional.

El total de gastos del presupuesto nacional en el proyecto para el ejercicio 2017 (2.363.620 millones de pesos) tiene previsto un crecimiento de poco más del 24% en relación con el presupuesto autorizado vigente de 2016 (1.906.037 millones de pesos). En cambio, en lo que se refiere al Programa de Formulación e Implementación de Políticas Públicas de la Mujer, programa que históricamente tiene la responsabilidad de administrar el CNM, sólo tiene un 14% de crecimiento previsto en el proyecto de 2017 (96 millones de pesos), con respecto al gasto vigente en 2016 (84 millones de pesos).

En estos días se aprobó un proyecto de ley para la creación de una Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación. El objetivo es fortalecer las capacidades institucionales del Poder Legislativo a la hora aprobar y controlar la denominada ley de leyes.

La iniciativa incorporó en el debate la consideración de proyectos de distintas fuerzas políticas entre los que se encontraba una propuesta de mi autoría. A raíz de este proyecto, logramos añadir a lo que será la futura Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación la incorporación de la perspectiva de género en la asignación de los recursos presupuestarios, y en las propuestas legislativas en general, de manera tal de garantizar la igualdad de género.

Con frecuencia se asume que el presupuesto es neutral desde el punto de vista del género. Sin embargo, al no tomar en cuenta los diferentes papeles, capacidades y necesidades de las personas, los presupuestos pueden reforzar desigualdades existentes. Necesitamos evaluar los efectos de las políticas gubernamentales en hombres y mujeres, niños y niñas, y descubrir su verdadero impacto. De esta manera, el Gobierno podrá evolucionar e instrumentar políticas que garanticen la equidad.

Sólo con acciones concretas podemos defender nuestro derecho a una vida libre de violencia. Protejamos el trabajo del Consejo Nacional de las Mujeres: sin financiamiento, la paridad de género es discurso, no política.

 

@CarlabPitiot

 
La autora es diputada nacional por el Frente Renovador. Secretaria de la Mujer del Bloque UNA.