¿Grexit?

En muchos aspectos, el Gobierno griego tiene más razones que el Reino Unido en dejar la Unión Europea, ya que el plan implementado el año pasado no hace más que profundizar la recesión y el alto desempleo

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En muchos aspectos, el Brexit trajo incertidumbre acerca del futuro económico de la Unión Europea. La incertidumbre se enmarca en la actual coyuntura económica de la Unión Europea, que no es la ideal para el normal devenir económico de algunos países que tienen que soportar pesadas cargas financieras y planes de austeridad fiscal como consecuencia de la crisis.

Uno de estos países es Grecia, que soporta una crisis financiera y económica de gran proporción y que está implementando un programa de reforma económica y un plan de austeridad fiscal dentro del marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento Económico firmado oportunamente en 1993. El plan económico formulado e implementado durante el 2015 preveía los siguientes ajustes en la economía griega:

A         Reforma del sistema impositivo

B         Transformación del sistema de pensiones y jubilaciones

C          Privatización de empresas estatales y apertura a la competencia de sectores como el transporte marítimo y la energía

D         Reducción del gasto militar

E          Revisión y modernización del mercado laboral.

Dentro de este exigente plan de ajuste está la reforma fiscal griega, que incluye una serie de modificaciones que atañen al impuesto del valor añadido (IVA), las nuevas medidas tributarias y el fortalecimiento de las leyes antievasión fiscal. Con respecto al IVA, concretamente, se refiere a la introducción de tres tipos de IVA. Una pequeña reducción del 6,5% al 6% para medicamentos, libros y teatro; un 13% para alimentos básicos, hoteles, energía y agua, y un 23% para el resto de las actividades económicas.

En muchos aspectos, el Gobierno griego tiene más razones que el Reino Unido en dejar la Unión Europea, ya que el plan implementado el año pasado no hace más que profundizar la recesión y el alto desempleo. Al mismo tiempo, el plan ha hecho muy poco para revertir o en tal caso disminuir la carga financiera que le genera la deuda que este país tiene con organismos oficiales y con distintos Gobiernos europeos. El plan tampoco ha logrado generar equilibrio fiscal en las cuentas públicas.

Al mismo tiempo, el turismo, la principal industria de Grecia y la mayor entrada de divisas al país, sigue sin recuperarse, ya que, con un tipo de cambio fuerte, no permite competir, lo que vuelve a las paradisiacas playas griegas en imposibles para muchos. Consecuentemente, uno de los países que más turistas aportaban era el Reino Unido, que sin duda, después del debilitamiento de la libra tras el Brexit, va a acentuar aún más la caída en la entrada de divisas.

Así, con la imposibilidad de conseguir divisas por la vía del turismo y la imposibilidad de conseguir entrada de divisas vía financiamiento externo, con una economía en recesión y con el desempleo en alza, con tasas de consumo cada vez más bajas, la salida de Grecia de la Unión Europea puede ser una solución.

Por ejemplo, si se analiza la evolución del PBI en los últimos cuatro años, encontramos que la economía griega cayó o se mantuvo neutra y las expectativas para el 2016 no son las mejores. De seguir con esta tendencia, las previsiones de crecimiento económico están dadas para finales de 2018, cuando el PBI griego realmente saldría de la etapa recesiva. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo estimada para el 2017 ronda el 27%, mientras que el índice de precios al consumidor parece tener un incremento de 0,6% en 2015 para ubicarse en 1,3% en 2016.

En conclusión, la salida de la Unión Europea le podría traer oxígeno a Grecia. Una salida al igual que la de UK posibilitaría, entre otras soluciones, una corrección de tipo de cambio, que atenuaría los desajustes macroeconómicos, generaría oportunidades de inversión y equilibraría las cuentas fiscales. El escenario de la salida de Grecia de la Unión Europea, impensado tan sólo hace un año, se muestra como una opción válida ahora que hay un precedente válido. Si bien por ahora son expresiones de interés desde muchos sectores sociales y políticos, la posibilidad cada vez se hace sentir con mayor fuerza en las calles de Atenas, que piden un cambio radical en la economía.

Resta ver si la economía griega podrá volver a la senda del crecimiento y del desarrollo económico con el plan implementado en el 2015, situación que por ahora no se puede ver o, por el contrario, Grecia va a sumergirse aún más en una profunda crisis económica que la introduzca en otra crisis de deuda, donde tenga que sacrificar todavía más en pos de mantenerse dentro de la zona euro.