Estado Islámico: todo por las vírgenes

Por Claudio Zin

Compartir
Compartir articulo

Un periodista francés, cuyo nombre y apellido siguen anónimos por razones de seguridad, se infiltró en las redes de los yihadistas del ISIS-Daesh en Francia, en el último año.

Durante 4 meses y con una mini cámara oculta grabó la vida y la miseria de estos tristes personajes.

En un muy buen artículo publicado en varios semanarios europeos y en un documental ya emitido en Canal+, cuenta la verdadera historia de los "soldados de Alá" del Califato que provocaron, en las últimas semanas, las matanzas de inocentes que conocemos y lamentamos: París, Niza, Normandía, Munich.

Said, es el seudónimo que utiliza nuestro protagonista, tiene 29 años y si bien es francés de varias generaciones, su genealogía es árabe. El punto de partida para la búsqueda de los contactos adecuados fueron, por supuesto, las mezquitas, especialmente las del sur de Francia, que son las más tradicionalistas, radicalizadas. Siempre las mezquitas como centro de adoctrinamiento.

En Italia, fue ya expulsada una media docena de imanes por su prédica extremista, sólo para agregar una referencia actual; al resto se los vigila y se los obligará a rezar en italiano. La última expulsión fue hace una semana.

Imanes radicalizados que predican en contra del estilo occidental de vida, mientras viven disfrutando del mundo que maldicen, cobijados en el altar de la libertad de culto que en esta parte del mundo se practica.

Volvamos a nuestro periodista que intenta infiltrarse con la excusa de querer alistarse en el ISIS. Finalmente, le indican que tome contacto vía Facebook con un joven que se hace llamar Abou, que él proveerá la información adecuada para lograr el objetivo que pretende Said: "Ser soldado del ISIS".

Abou tiene 20 años, vive en una localidad del centro de Francia, luego de un intento fallido, a los 18 años, de cruzar la frontera turca hacia Siria para sumarse al Daesh y su posterior extradición a Francia, se convierte en "reclutador". Su vida terminó, esta "fichado" desde los 19 años como extremista-terrorista en potencia, nunca más conseguirá un trabajo ni tendrá una vida tranquila, claro que tampoco la pretende.

Su única alternativa: el paraíso de los mártires de Alá y el encuentro con las vírgenes prometidas para aquellos que se inmolan en su nombre.

"Mataremos a los franceses infieles (las dos primeras víctimas de Niza eran musulmanas) y tomaremos a sus mujeres como esclavas para salvarlas y convertirlas al islam, para que por esta vía puedan acceder al paraíso", afirma Abou. Luego de esclavizarlas, claro y servirse de ellas. Un sueño de harén.

Adolescentes fijados en la fantasía de tener a todas las mujeres posibles, vírgenes en particular; de eso también se trata el ISIS. Marginados, rechazados, sin destino, con pasados turbulentos a pesar de la corta edad, con un único futuro posible: el paraíso lleno de vírgenes.

Daesh-ISIS promete precisamente eso a sus combatientes y estos desahuciados soldados del Califato (en decadencia, por cierto, pero con mucho poder de daño aún) aceptan.

Claro que mejor unirse a sus filas, como lo intentó Abou. Cosa nada sencilla, por cierto; hoy todos los servicios de inteligencia europeos advertidos, en muchas ocasiones por imanes de otras mezquitas menos radicalizadas que "colaboran" denunciándolos, bloquean los caminos a la frontera turco-siria. La idea es llegar a Raqqa, capital del Estado Islámico en Siria.

Por ende, accionan en lugares cercanos que conocen, como el caso reciente de Rouan, Normandía, sabiendo que van a morir en manos de las fuerzas de seguridad.

Abou fue arrestado, antes de cometer atentado alguno en casa de su padre, el 27 de diciembre del 2015. Sigue en la cárcel y allí pasará mucho tiempo.

También de esto se trata, de la falta absoluta de estrategia; puede ocurrir en cualquier momento, sólo tienen que atreverse. Y lo hacen.

El ISIS se lo atribuye de inmediato y alaba a sus "soldados", que seguramente estarán entrando al paraíso de los mártires, donde esperan las vírgenes.