Cómo dominar los pensamientos autodestructivos

Por Claudio María Domínguez

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Si te hallás identificándote con los pensamientos o los sentimientos autodestructivos, podés simplemente ejercer tu control sobre ellos diciendo, en voz alta o en silencio: "Ey, mente, ¿te llamé? No, yo no soy estos pensamientos ni sentimientos. No tienen nada que ver con este momento o conmigo. Estoy aquí y ahora, y eso es todo. Mente, ya no tenés el control. ¡Yo soy el que manda! ¡Vos sólo sos una herramienta, entonces volvé a la caja de herramientas! Mente, ¿cómo te atrevés a mostrar tu cara cuando no te he llamado?". Una vez más, discipliná la mente como si fuese una niña testaruda, maleducada e insolente.

Recordar esta práctica de separar lo real, el ser divino o la conciencia del alma, de lo falso. Es uno de los primeros pasos hacia la autorrealización y el verdadero autocontrol.

El autocontrol es el único control real que importa, porque generalmente desde tu nariz para afuera no tenés el control de nada. Pero desde tu nariz para adentro, si practicás, podés tener el control de todo. Es sólo un engaño mental que te hace pensar que podés controlar lo que está afuera de vos; y esto, te mantendrá hondamente frustrado y preocupado, puesto que ese es el plan de la mente. Entonces, esta es la razón por la cual debemos practicar.

¡Sé vigilante y permanecé alerta! Date cuenta de que la gracia divina está siempre ahí para ayudarnos. ¡La gracia es como el Sol, que brilla siempre y que sólo parece extinguirse cuando las nubes oscuras de nuestra ignorancia la ocultan de nuestra vista!

 

Ejercicios que podemos aplicar

Aceptá lo que es, lo que fue y lo que podría ser.

Perdoná todo, a todos, a vos mismo inclusive, simplemente a través de la aceptación; eso es suficiente.

Cada momento es como es. Relajate en el momento y encontrá una manera de satisfacerte, cualquiera sea la forma que el momento te brinde.

La idea de la humildad es otra manera de observar a la aceptación. Sai Baba una vez me dijo lo siguiente: "¡Cuando ya no sientas la necesidad de agregarle o quitarle algo a algo… eso es realmente humildad!". ¡Eso es realmente amor incondicional!

Aquí tenemos otra manera de pensar sobre la aceptación. Es la práctica zen del no hacer, manteniendo la mente vacía, pero estando plenamente conscientes y enfocados en el momento. Si una persona necesita ser escuchada, acercate y escuchala, sin pensamientos ni críticas. Estate ahí sólo por ella, vacío.

Recordá siempre tu verdad. "¿Quién soy realmente?". "¿Qué debo aprender supuestamente de esto? ¿Durará para siempre?". O tal vez podrías pensar: "¿Cómo manejarían esta situación en particular Sai Baba, Cristo, Buda o Krishna?".

Concentrate perfectamente en todo lo que hagas, pero no busques ningún resultado en particular.

Estate conscientemente alerta, como el observador, y nunca permitas que la mente te haga sentir tétrico ante algo. Esta sensación es una perfecta señal de alerta que te dice que la mente te ha engañado una vez más.

 

Nicolás Magaldi entrevistó, en su programa ¿Quién dijo que es tarde?, a Claudio. Fue una charla muy amena en donde Claudio contó su historia de vida, pero además habló de temas bien trascendentes.