20.000 alumnos porteños ya comenzaron el secundario para adaptarse mejor

Se trata de un programa que creó el Ministerio de Educación porteño para revertir los altos niveles de deserción

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10 días antes de lo previsto, unos 20.300 chicos de entre 12 y 13 años comenzaron este lunes el primer año en las escuelas secundarias públicas de la Ciudad de Buenos Aires. En rigor, se trata de un curso ideado por el Ministerio de Educación para facilitar la adaptación y combatir la deserción en un período difícil para muchos estudiantes.

"Es un avance enorme", aseguró el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. "Necesitamos que los chicos estén más tiempo en clase y les dimos prioridad a ellos porque la mayor deserción se da entre primer y segundo año de la secundaria, que es el paso más traumático", explicó.

El mandatario confía en que la decisión representará "una mejora enorme en la educación" y vinculó este curso con la masiva capacitación docente que también se lleva a cabo por primera vez también en la Ciudad. En diálogo con Mitre, consideró que se trata de "dos cosas nuevas" que ponen de manifiesto "la prioridad" que la administración porteña le da al campo educativo.

Por su parte, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, apuntó que "la idea es que puedan tener un ingreso a la escuela cuando todavía no está lleno de chicos más grandes, reforzar los contenidos de las materias troncales y enseñarles técnicas de estudio".

En diálogo con El Mundo, la funcionaria contó que el alto nivel de deserción que caracteriza a esta etapa "tiene que ver, en parte, con que vienen con algunos contenidos que quizás no están bien sólidos, pero también con un montón de habilidades que hacen al oficio de ser estudiantes". Y añadió que esas capacidades son necesarias para lidiar con un mayor "ritmo de estudio" y número de profesores, así como para "organizar el tiempo de otra forma y elegir la forma de estudiar".

Los gremios docentes apoyaron la medida, pero no ocultaron sus cuestionamientos

Los dos principales gremios docentes porteños expresaron su apoyo al espíritu de la medida. Sin embargo, cuestionaron la manera en que fue implementada y esbozaron propuestas para hacerla más efectiva.

El secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación, Eduardo López, remarcó que está de acuerdo con la medida al tiempo que pidió una mayor "contextualización de los contenidos" y que se le abonen las horas extras correspondientes a los docentes involucrados. "No nos oponemos, pero tenemos propuestas. Para nosotros es importante que la escuela le abra las puertas antes a los chicos, pero también quiénes lo reciben y con qué marco. El objetivo lo compartimos, el 'cómo', 'quién' y el 'contexto' es lo que nos gustaría debatir con el gobierno que no lo debatió", dijo López a Télam.

Por su parte, el secretario general de Asociación de Enseñanza Media y Superior (Ademys), Jorge Adaro, puso en duda la efectividad del programa. "Medidas como éstas no tienen en cuenta la complejidad del sistema y ya hubo quejas de docentes a quienes se les superponen los horarios, o no cuentan con el lugar físico necesario para dar clase", evaluó.

El curso, que se inicia 10 días hábiles antes del comienzo de las clases, abarca a un universo de 20.300 alumnos de las escuelas públicas de la Ciudad y se lleva a cabo en la misma institución definida para todo el ciclo lectivo con una duración de tres horas.

Con información de la agencia Télam