El inventor del mar muerto: un agua en la que es imposible ahogarse

El científico español Antonio Ibáñez de Alba acaba de patentar un agua en la que es imposible ahogarse.Pese a no tener sal se puede flotar constantemente

Compartir
Compartir articulo
infobae

Para cuando Antonio Ibáñez de Alba (Chiclana de la Frontera, 1956) sacó del agua en Ceuta a un amigo que estaba a punto de ahogarse, ya acumulaba una lista interminable de inventos. Sin embargo, fue aquella experiencia la que le decidió a hacer algo al respecto.

infobae

Obsesionado con el dato de que los ahogamientos son la primera causa de muerte accidental de niños en el mundo , este ingeniero se puso manos a la obra hasta dar con la forma de impedirlo. Primero ideó una piscina con suelo móvil que se acerca a la superficie cuando detecta un peso sostenido. Luego, esa agua que, sin contener sal, resulta treinta veces más densa que la normal gracias al aporte de productos naturales como los que habitualmente se usan en champús o geles y que, como ocurre en el Mar Muerto, hacen imposible que un cuerpo se hunda. «Incluso en el caso de que el bañista quede boca abajo, la presión del aire de la caja torácica hace girar el cuerpo, impidiendo que trague agua.

infobae

Antonio reconoce que a mucha gente le resulta difícil creer en un agua sin sal en el que se flote en cualquier postura, pero asegura que en poco tiempo aquellos a los que les interese podrán acudir a la tienda y comprar el producto. Tiene una caducidad de entre dos y cinco años; se echa a la pileta en sólido, se pone el filtro en circulación y a las 24 horas ya es una agua flotante. Además, mantener ese agua requiere el mismo trabajo y la misma atención que hasta ahora exige una pileta con agua normal.