Italia nunca deja de sorprender. En el pueblo de Polignano a Mare existe un restaurante que se encuentra en un lugar bastante inusual: una cueva.
La única manera de llegar es tomando un tren pero el viaje vale la pena ya que la vista del lugar es asombrosa. Ver un atardecer desde aquí sería un sueño. Además, no sólo tienes la comida, sino que además se puede disfrutar de la playa.
Pero no todo es color de rosa pues comer en este restaurante es muy caro. De hecho el plato más económico es de 40 euros ($46 dólares) y el de degustación para seis personas cuesta 160 euros (182 dólares aproximadamente). Si a se suma que por política del restaurante es obligación ordenar una entrada y un plato de fondo, las cosas se pueden poner bastante caras en cosa de minutos.
Durante el día el restaurante es iluminado de forma natural por la luz del sol y el reflejo que se provoca sobre las olas, por lo que definitivamente tiene una atmósfera muy especial.