Connor Bruggemann, un estudiante de apenas 16 años, logró convertir 10 mil dólares en más de 300 mil dólares.
Con tan solo 14 años, Connor, mientras trabajaba como mozo, puso cada dólar en una cuenta de ahorro. Pero como la rentabilidad que obtenia por sus ahorros no le convencía, decidió investigar el mundo de las acciones.
Su primera inversión fue comprar acciones de una pequeña empresa de fibra óptica cuyas acciones costaban 0,003 centavos de dólar.
Como Connor asistía al último año del colegio, sólo podía operar las acciones desde su teléfono celular durante los recreos.
El joven obtuvo una ganancia del 1.333%. Es decir, multiplicó más de 13 veces su dinero al vender sus acciones.
Ese fue apenas la primera de varias inversiones en penny stocks que le permitieron a este estudiante de secundario ganar más de 300 mil dólares.