El patrimonio emocional, la base para la felicidad plena

En un mundo donde lo material resulta ser el tesoro más preciado, existen valores perdidos que pueden resolver muchas más dificultades que el dinero. El especialista Gervasio Díaz Castelli desarrolló estos conceptos sanadores

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Donde hubo un vínculo profundo, auténtico y de amor hacía una persona… (Haya sido un día, una hora o un año), eso se hace eterno, eso no se muere ni se borra. Se inscribe en el alma y se defiende. Porque memorias podemos tener, pero si no diste nada, no amaste, no ayudaste… recuerdos…vas a tener muy pocos, allá, en tus últimos días. Porque lo único importante son los afectos, nuestro capital emocional es lo que nos sostiene. Todo lo demás va y viene. Y no es una frase hecha, va y viene. Lo observo cada día, en el consultorio, por los lugares donde circulo. Las personas que tienen vínculos afectivos sólidos y profundos, salen de todas las situaciones, aprenden de ellas y la vida sigue.

Por supuesto que el hecho de crecer en una familia en donde lo afectivo haya fluido suma mucho. Pero no es que si no tuviste eso estas condenado. Pues hay experiencias secundarias transformadoras que reparan y rellenan, en todo caso, los nutrientes afectivos que te faltaron.

En cualquier caso yo siempre insisto con valorar nuestro patrimonio emocional ¿su valor? Incalculable…y no se puede comprar en ningún lado queridos lectores. Amar, que te amen, que tus amigos te llamen y se interesen en vos. Que tu padres te respeten y te quieran, que tus hijos te llamen por qué hiciste las cosas bien, con errores, pero bien…todo eso es lo importante, y es lo que te va a garantizar vivir con un estado predominante de alegría más allá de los dolores y los golpes que nos da la vida.

Por Gervasio Díaz Castelli

Twitter: @gerdiazcastelli