Cómo es perder la virginidad a los 30. Ellas cuentan su propia experiencia

Perder la virginidad simboliza para muchos entrar en una etapa adulta y de concientización, pero existen muchos casos en los que la decisión se atrasa un poco más de lo normal. Ellas cuentan su propia experiencia y como la sociedad las juzgo durante años

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Ellas también existen. Las mujeres que rondando la treintena siguen sin haber perdido la virginidad o lo han hecho hace relativamente poco. Un tema que se termina volviendo incómodo. Sobre todo, teniendo en cuenta que la virginidad suele perderse a los veintipico o antes de cumplir 20, según muestra un estudio de Durex a nivel mundial.

Hoy hablamos con algunas de ellas, que nos cuentan en primera personas sus razones, miedos y particularidad; y nos ayudan a tirar abajo un tabú sexual muy arraigado.

Natalia. (35 años), y declaró que:

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"Yo perdí la virginidad a los 34. ¿Las razones? Supongo que son muy variadas. Por una parte, creo que influyó que tuve una educación muy tradicional y, en la adolescencia y primeros años de universidad, cuando todas mis amigas la perdieron, yo ni me planteaba tal cosa. Por otra parte, estoy segura de que influyó que tampoco conocí a nadie que me interesara en aquella época".

"Después, atravesada la barrera de los 25, el asunto de seguir siendo virgen se convirtió en una gran bola. Me daba vergüenza reconocerlo y lo que pudieran pensar los hombres con los que me relacionaba sobre el hecho de que fuera virgen a los 27 o a los 31. Así que me mantuve un poco alejada de las relaciones hasta que, a los 34, me enamoré de quien es ahora mi pareja y ocurrió. No fue fácil "confesárselo", pero él lo comprendió y todo fue cómodo y sencillo."

Cristina B. (34 años) contó que se quitó un gran "peso" de encima

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"Tengo 34 años y hace solo tres que perdí la virginidad, a los 31. En mi caso, no fueron motivos ideológicos ni religiosos ni nada por el estilo. Desde que era muy joven, sufrí diferentes trastornos alimenticios y, simplemente, la idea de desnudarme delante de un chico no era una opción para mí. Incluso después de superar las fases más agudas de la enfermedad, seguí sintiéndome muy insegura con respecto a mi cuerpo y no quise conocer a nadie hasta los treinta, más o menos, cuando fui cambiando de idea poco a poco".

"Al final, perdí la virginidad con un desconocido, porque lo que tenía muy claro es que no quería tener que explicarle a una posible pareja los motivos que me habían llevado a esa "situación". Para mí, sinceramente, fue como sacarme de encima un asunto que me agobiaba. Creo que la virginidad puede ser un gran peso cuando sigues manteniéndola pasada la edad "normal" para perderla. Después de eso, puede decirse que he recuperado lo que es la vida sexual normal y corriente de una persona de mi edad."

Mónica S. (29 años) subrayó su experiencia:

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"Me acosté con un hombre por primera vez hace seis meses, simplemente porque el tema no había surgido nunca antes. No soy muy de ir a fiestas y no me gusta el alcohol, y ya se sabe que hoy en día es muy complicado engancharte o conocer a alguien si te pasas el día en cafés y te vas a dormir a las 11 de la noche. Pero conocí a este hombre por Internet y ocurrió la magia, si se le puede llamar así".

"La verdad es que la experiencia fue bastante incómoda, porque le conté que era virgen y él se puso en plan clínico explicándome todo lo que pasaba. A ver, soy virgen, pero tampoco me gusta que me den cátedra
Al menos, siento que me he quitado el "karma" de encima y que la próxima vez será más normal."