Pil: "Estamos ante las exequias del punk y no quiero que me hagan un bronce"

Pil, cantante de la mítica banda punk "Los violadores", y Juan Carlos Kreimer ("Punk. La muerte joven) hablan del libro que escribieron a cuatro manos "Más allá del bien y del punk" (Planeta)

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Lala Toutonian, Pil y Juan Carlos Kreimer en el auditorio de Grandes Libros
Lala Toutonian, Pil y Juan Carlos Kreimer en el auditorio de Grandes Libros

La edición de Más allá del bien y del punk. Ideas provocadoras (Planeta, 2017), de Juan Carlos Kreimer y Pil, fue la excusa perfecta para convocar a los autores para hablar del origen y futuro del rock.

Kreimer: periodista, escritor (entre otros títulos cuenta con el mítico Punk. La muerte joven, reeditado y aumentado hace pocos años) le pone poesía a esta contracultura nihilista: "El punk ya era la sombra de una luz apagada", dice aquí. Mientras tanto, Los Violadores con Pil a la cabeza salieron a la escena porteña en plena dictadura y portan hoy con el gran título de ser la primera banda punk argentina.

Dos tipos lúcidos, con conocimiento y autocrítica, son la clave para comprender este fenómeno social, musical que es (¿fue?) la cultura punk. Anhelo de revolución o cómo armar un frente de resistencia desde la lírica: eso es punk.

La entrevista se transmitió por la cuenta de Facebook de Grandes Libros. Aquí algunos de los momentos más salientes.

La charla fue transmitida por la cuenta de Grandes Libros en Facebook
La charla fue transmitida por la cuenta de Grandes Libros en Facebook

Ante quién se enoja el punk

Toutonian: El punk como movimiento… ¿Siempre hay algo por lo que enojarse?

Pil: Ahora el mundo está medio anestesiado. Está jodido el Norte, que es el que siempre marca las pautas. El problema de Europa y los atentados; la presidencia de Donald Trump. Allá está enojado el Estado. En Argentina los enojados somos los ciudadanos, el Estado —el Gobierno— está feliz. Los ciudadanos estamos enojados porque es la eterna decepción.

Toutonian: "La eterna decepción" se distancia del escepticismo que caracterizó al punk: si nos decepcionamos es porque creímos en algo.

Kreimer: Es que nihilismo es realismo. En aquel momento no creíamos en nada que viniera de afuera, sólo en lo que venía de adentro. Creíamos en lo que percibíamos.

Pil: El punk es el último golpe al capitalismo, el coletazo que vuelve a las bases del rock del cincuenta. Porque los chicos punk amaban a los de los 50 y no de los 60.

Toutonian: Creo que Stuka dice en el libro "No tenemos contra qué enojarnos".

Pil: Es el enemigo invisible. Antes serían los militares. Pero los políticos también son gente para enojarse. Hasta tienen fueros como si fueran especiales, como si fueran señores feudales. ¿Cómo no nos vamos a enojar contra ellos, si son simple administradores?

En el libro, dice Kreimer, “Pil es el texto y yo el contexto”
En el libro, dice Kreimer, “Pil es el texto y yo el contexto”

De violadores y voladores

Toutonian: Hoy una banda, dicen ustedes en el libro, no podría llamarse "Los violadores".

Pil: Es que, con la palabra en español, en lo primero que se piensa es el violador sexual. En inglés violator es una cosa y raper es otra. El año pasado tuvimos un show en Perú y justo se daba la marcha de "Ni una menos". Sufrí bastante las notas televisivas.

Kreimer: Yo tengo amor por la palabra "violadores" después de leer a una gran feminista, como Simone de Beauvoir. Ella dice que el artista puede violar una sociedad con la condición de hacerle un hijo. Simbólicamente dice que se está rompiendo el molde para que salga algo nuevo. Y eso fue lo que hizo el punk.

Pil: Cuando empezamos a tocar con ese nombre era bravísimo. Tocábamos cuando estaban los violadores de derechos humanos.

Kreimer: En los carteles le tapaban la "i". Eran "Los voladores".

Pil: Había una censura terrible. Pasado el tiempo, ninguna censura es buena, pero es preferible la de ahora porque el enojo es de la mujer. Creo que a quien le haya pasado eso, el nombre de la banda le va a chocar. Pero cuando se le puso el nombre a la banda fue por los violadores de la Constitución. La canción "Violadores de la ley" la escribí en 1981. Era un nombre pesadísimo.

Pil: “No quiero que me hagan un bronce”
Pil: “No quiero que me hagan un bronce”

Un epitafio para el rock

Toutonian: La apuesta por el rock a nivel editorial que estamos viendo ahora, ¿a qué se debe? ¿Cómo la consideran?

Pil: Para mí, es un fin de ciclo.

Kreimer: Para mí también, pero hay otra cosa. El rock, y el punk en especial, fueron los movimientos que mejor captaron los imaginarios colectivos de la generación joven. No los captó ni el cine ni la literatura. El punk —y la actitud del punk— captó el imaginario colectivo de la gente joven con mucha más fuerza. Y los editores, que trabajan con imaginarios, se apropiaron de este.

Pil: Se han sacado biografías de Pappo, de Spinetta, hay también libros sobre los Redonditos y sobre muchos otros artistas. Yo creo que estamos asistiendo a un fin de ciclo. Estamos en los umbrales de las exequias. No se está muriendo la creación, pero el rock se va morir y lo va a reemplazar otra cosa. Cuando se muera Jimmy Page no lo va a reemplazar ningún otro guitarrista. Se murió Bowie, ¿quién aparece con ese talento? ¿Quién apareció después de Lennon?

Toutonian: ¿No será, justamente, esta necesidad editorial de mantener el rock y de recuperar su elemento?

Pil: Yo creo que empieza a ser un inventario. "Esto fue", "esto ha sido".

Toutonian: Me da mucha desesperanza.

Pil: Pero es la realidad, por qué no vamos a decirlo.

Kreimer: Justamente cuando empezamos el libro, Pil me dijo "No quiero que me hagas un bronce".

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