Así es el templo de Santiago Calatrava en Nueva York

La St. Nicholas National Shrine ya alcanzó su punto de altura máximo. La construcción del edificio a cargo del arquitecto Santiago Calatrava -quien hace unos meses vio terminada su polémica estación Oculus- es una de las más esperadas de Nueva York. Está siendo erigida en el World Trade Center, en el mismo lugar en el que se encontraba la iglesia ortodoxa griega del mismo nombre que fue destruida durante el atentado del 11 de septiembre.

Las obras del arquitecto Santiago Calatrava fueron siempre originales, y sus diseños se inspiran en la naturaleza. Uno de los maestros más reconocidos de la arquitectura mundial, Calatrava creó proyectos emblemáticos en todo el mundo. Pero sus obras también fueron ensuciadas por escándalos debido a sus costos monumentales y a fallas en construcción, tanto en su país natal como en el extranjero. La futurista Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACV) generó críticas por su presupuesto, que superó los U$D 416 millones previstos y llegó a unos USD 1.700 millones.

La última obra de Calatrava en inaugurarse había sido el Oculus, la estación de metro que conecta hasta once líneas de subte con la línea de tren que enlaza a Nueva York con Nueva Jersey, además de albergar un centro comercial y restaurantes. Y en el 2018 se finalizará la construcción de una de sus obras más esperadas.

La Saint Nicholas National Shrine del World Trade Center de Nueva York tiene una estructura de estilo bizantino que fue ideada por Calatrava en el año 2013. Es un templo sin denominación religiosa específica, aunque reemplazará a la iglesia destruida durante el ataque terrorista a las Torres Gemelas. Su magnífico domo posee 40 piezas estructurales, la misma cantidad que la de Santa Sofía en Estambul.

El costo de este proyecto, que se encuentra a metros del Oculus, es de USD 40 millones, y es financiada por completo gracias a donantes privados. Se estima que la fecha de finalización del templo será a principios del 2018. Para toda una comunidad, además, es un símbolo de renacimiento y esperanza luego de una catástrofe que sacudió a Estados Unidos y al mundo entero.

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