Regreso al mundo: de las amenazas de los holdouts alemanes a la visita de Angela Merkel

Además de arribo de la mandataria y el próximo regreso a la categoría de mercado emergente, esta semana habrá una gestión clave para que la Argentina ingrese a la OCDE, el club de los países más desarrollados

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Era mediados de 2004 y a Guillermo Nielsen le tocaba "bailar con la más fea": defender la alevosa quita del 76% que le ofrecían a los bonistas por el default de la deuda. Y tuvo que hacerlo ante 350 corredores de bolsa alemanes. "Hacían fila para putearme", recuerda hoy mucho más distendido el ex secretario de Finanzas. De aquel evento también recuerda que sobre el final los organizadores reconocieron que se habían visto obligados a reforzar la seguridad del salón: "Estás amenazado de muerte", le dijeron. Los pequeños inversores alemanes había sido junto con los italianos los principales damnificados por la cesación de pagos decidida por la Argentina en el 2001.

Trece años después la canciller alemana y una de las personas más poderosas del mundo, Angela Merkel, llegará a la Argentina en una visita histórica junto a un grupo de empresarios alemanes. Ella será la encargada de pasarle la posta de la presidencia del G-20 a Mauricio Macri, ya que la cumbre de presidentes que este año se realizará en Hamburgo pasará a Buenos Aires en 2018. Una verdadera parábola de lo que ha sido el camino recorrido por la Argentina desde el estallido de la Convertibilidad a fines de 2001 hasta hoy.

La de Merkel no es una presencia aislada. En el último mes, el presidente Macri se entrevistó con tres líderes globales como el presidente norteamericano, Donald Trump, y luego viajó a Asia donde mantuvo encuentros bilaterales con el premier chino y el presidente japonés. Alemania es la última gran potencia que faltaba en la lista.

Angela Merkel será la anfitriona este año de la cumbre de presidentes del G20. Le pasará la posta a Mauricio Macri para el 2018.

No serán las únicas señales del lugar que la Argentina empieza a recuperar en el mundo. Hay otras dos que resultan por demás significativas para el mundo inversor. El 20 de este mes finalmente un comité internacional definirá si el país vuelve a la categoría de mercado "emergente", dejando atrás la  de "fronterizo" a la que fue degradado hace siete años. Se descuenta que la decisión será afirmativa, por lo que el principal índice que sigue la evolución de los mercados emergentes (el Morgan Stanley Capital Index, o MSCI) volverá a incluír acciones argentinas. Si bien el cambio se implementaría recién en mayo de 2018, los efectos se sentirían automáticamente. Una gran cantidad de fondos internacionales se verán incluso obligados a incorporar papeles argentinos en su portafolio sólo para replicar el comportamiento del índice que sigue a los emergentes.

La demanda por acciones locales podría multiplicarse, dando lugar a que más empresas coticen en Bolsa en busca de recursos y que aquellas que ya lo hacen opten por ampliaciones de capital para seguir creciendo. La eliminación de restricciones para el movimiento de capitales luego de la salida del cepo y las estadísticas creíbles que ahora divulga el INDEC resultaron elementos claves para conseguir el ansiado ascenso.

Además de la recategorización del país como mercado emergente, prevista para el 20 de este mes, la Argentina también está avanzando para ingresar a la OCDE, hoy integrada por 35 países.

Los encuentros de Macri con los principales líderes mundiales y la recategorización del país como mercado emergente son noticias de fuerte peso específico. Pero la "frutilla del postre" aún está por venir: se trata del ingreso de la Argentina como miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), una institución en la que participan 35 países de todo el mundo y que de concretarse sería un paso histórico.

Esta semana habrá novedades vinculadas con ese objetivo. Desde el miércoles el jefe de Gabinete del ministerio de Hacienda, Ariel Sigal, estará en París, donde compartirá un encuentro con los ministros de Economía de todos los países miembros de la organización. Allí le tomarán examen sobre todos los avances realizados por el gobierno de Macri y hacia dónde apuntan las distintas medidas económicas. Pero también indagarán sobre otros temas como los esfuerzos vinculados con el cuidado del medio ambiente. Todo sucederá en el pintoresco Chateau de la Muette, en pleno centro parisino, que pertenecía a la familia Rothschild y actualmente es la sede central de la OCDE.

De América latina hay un puñado de países que integran este selecto grupo, como Chile y México, y la decisión del Gobierno es avanzar para conseguir la admisión. Trump ya le había dicho a Macri que apoyaría a la Argentina para conseguirlo. Actualmente hay 35 países que integran este grupo.

Los beneficios inmediatos para el país estarían por el lado de conseguir mejores accesos a líneas crediticias internacionales, con tasas y plazos más convenientes a los actuales. Además, siendo parte de la OCDE ya se accede automáticamente a una preclasificación que permite acceder a préstamos mucho más rápido y en condiciones ventajosas. "No hay una fecha determinada para que ellos definan, pero estamos muy interesados en recorrer ese camino", explican en la Casa Rosada.

De las políticas de aislamiento y el "vivir con lo nuestro" a una apertura al mundo, casi sin anestesia. El Gobierno asegura que busca un acercamiento "inteligente", casi un eufemismo para aclarar que los pasos que se irán dando en la integración serán graduales y cuidando a las empresas menos productivas. Sin embargo, para muchas compañías no se trata de una cuestión de tiempo: cualquier atisbo de competencia las deja fuera del mercado y difícilmente estén en condiciones de salir a pelear para ganar nuevos mercados o bien para defenderse de importaciones. El Gobierno lo sabe pero desde el ministerio de la Producción se encargan de pasarles un mensaje no precisamente tranquilizador: "Les vamos a dar tiempo para que se adapten, pero no hay marcha atrás en el camino elegido".