Martín Redrado: "Falta coordinación en el Gobierno para combatir la inflación"

Martín Redrado divide su tiempo entre dos ciudades: en Buenos Aires -donde sigue al frente de la Fundación Capital- y Washington, ya que desde este año asesora al Banco Mundial (BM) en temas relacionados con mercados emergentes.

Desde ese lugar, el economista reconoció que la imagen de la Argentina cambió drásticamente en el mundo. "Se nota que al presidente (Mauricio) Macri le gustan las relaciones internacionales y hoy el país tiene una excelente imagen. Sin embargo, esos avances con Estados Unidos, la Unión Europea o China no se han traducido en mejoras concretas para la gente. Faltan seguimientos de equipos para aprovechar en forma concreta esas relaciones internacionales".

Y el ex presidente del Banco Central (BCRA) destacó: "Afuera hay una gran expectativa por la Argentina. Muchos creen que los problemas ya se han resuelto, pero está claro que esa percepción es muy distinta que la realidad".

Aunque sin mencionarlos, en la entrevista a InfobaeTV Redrado se metió en la polémica por la inflación entre el ministro de  Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y el titular del BCRA, Federico Sturzenegger: "Más que opinar, lo que hay que hacer es trazar una trayectoria creíble para llegar  al 17% el año que viene. Es muy importante, por ejemplo, saber cuál será el límite del financiamiento por parte del BCRA al Tesoro el año que viene y si va a tender a cero en el futuro".

En este sentido aseguró que aún falta que el gobierno marque tendencias de largo plazo en materia fiscal y monetaria para darle certeza al mercado. Según su estimación, la economía podría crecer en torno al 3,5% el año que viene "pero será más un rebote técnico que otro cosa. La gente casi no lo va a sentir".

-¿Entonces no hay garantías de que la inflación baje al 17% el año próximo?

-Agosto es un mes atípico por la baja de tarifas. Pero para adelante vamos a tener una tasa de 1,5 ó 1,8% mensual, anualizado te da el 22% anual para el año que viene. Si me das la trayectoria del gasto público, de emisión monetaria, la política de precios, y qué pasará con la negociación salarial sería más fácil saber si llegaremos a esos niveles que plantea el gobierno. De lo contrario es muy difícil hacer pronósticos. El comportamiento de variables fundamentales como el gasto público son muy erráticas.

Redrado coincidió con otros colegas en que el manejo de la economía en manos de distintos funcionarios aumenta la confusión:  "Hoy tenés  compartimentos estanco. La economía es como un reloj, los engranajes deben coordinarse unos con otros. La política fiscal debe ir de la mano de la monetaria y de la reforma impositiva. Hay excelentes profesionales, pero cada uno atendiendo su juego. Vivís en la economía del día a día, ninguno te da variable a dos años vista".

Y en relación a los principales sectores ganadores, consideró que la agroindustria o la biotecnología están en la lista, pero otros sufrirán como los textiles o la siderurgia. "Me gusta el real estate, sobre todo porque el metro cuadrado en la Argentina sigue por debajo de los valores promedio que ves en otras ciudades de latinoamérica como Lima o Bogotá. Creo que hay margen para capturar valor, especialmente en el sector premium. El aumento del costo en dólares de la construcción puede afectar un poco los márgenes en el caso los departamentos de clase media".

Sobre el final,  dejó definiciones financieras del ex número uno del BCRA: "Es posible que en los próximos meses entren menos dólares, porque hay menos liquidaciones del campo y el Gobierno ya hizo sus colocaciones de deuda. Pero no lo veo más allá de 16 pesos para fin de año".

Y sobre el blanqueo de capitales, consideró que la adhesión puede resultar masiva. "Si está por debajo de u$s 40.000 millones sería un fracaso, pero arriba de los u$s 60.000 millones le daría un importante margen de maniobra  al gobierno para el año que viene". Y estimó que el blanqueo en efectivo dentro del sistema financiero local podría estar en torno a los u$s 10.000 millones, una cifra que prácticamente duplicaría el nivel de depósitos en moneda extranjera que existe hoy.