Argentina empató con Venezuela y complicó sus chances de ir a Rusia 2018. La gente también jugó su partido en las tribunas del Monumental este martes y todo quedó grabado.
Los aplausos y el aliento fueron una constante en los primeros minutos. Las situaciones creadas por el equipo en el inicio del partido contagiaron a la hinchada que apoyó a los jugadores con cánticos y gritos de apoyo.
Sin embargo, con el correr del tiempo los nervios y la frustración se contagió. Así como en el campo se notó la desazón de algunos futbolistas, el público que colmó el estadio de River también adoptó ese sentimiento y comenzaron los murmullos y el silencio.
Lejos de la alegría y el aliento, el complemento fue puro nerviosismo en las tribunas. Miles de hinchas vieron parados el segundo tiempo ante Venezuela, a pesar de haber pagado por tener un asiento los 90 minutos.
Si bien no hubo insultos contra los jugadores, sí se notó la impaciencia con respecto a algunas de las individualidades del conjunto conducido por Jorge Sampaoli. Las intervenciones de Éver Banega y Javier Pastore fueron las más apuntadas.
Sobre el final, con el empate consumado, los aplausos y los silbidos lucharon por sonar más, pero ninguno se escuchó más que el otro, marcando que las opiniones sobre la actuación de la Selección fueron diversas.
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