Luego que Maximiliano Meza marcara su golazo, el segundo de Independiente ante Racing en el estadio Libertadores de América, Ariel Holan abandonó el banco de suplentes y pegado a la línea de cal, lloró abrazado a sus colaboradores.
Para algunos con esta actitud expresó sus sentimientos más íntimos, para otros fue exagerado. Lo cierto es que Holan tiene una historia personal ligada a Independiente desde su niñez y él mismo lo contó en diálogo con Milenium Sports 106.7.
"Yo fui a Independiente por primera vez con mi padre, a caballito, a festejar la primera Libertadores. Desde allí, todos los que me conocen saben el amor que siento por este club. Es incondicional y eterno. Este momento es un privilegio y un sueño hecho realidad. No tuve las aptitudes para jugar pero ahora lo estoy disfrutando como entrenador", señaló.
Luego agregó: "Dios me puso la mano encima. Realmente tengo una felicidad que es muy difícil de expresar. Me quebré porque vi a mi padre que falleció cuando yo tenía 19 años. Lo extrañé mucho en mi adolescencia y como el me llevó a la cancha por primera vez, me pasó por la cabeza lo feliz que estaría si estuviese viendo esto. Me conmovió también el triunfo ante el Clásico rival, como locales, con la cancha repleta. Un montón de cuestiones que hacen a la historia de cada persona".
Sobre su presente en el club de Avellaneda, Holan remarcó: "Valoro a los futbolistas que se quisieron quedar en un momento muy difícil y delicado del club. Jugar con la camiseta de Independiente requiere de un compromiso superlativo".
Y sostuvo: "en Defensa y Justicia hice lo mismo que en Independiente y generaba respeto y admiración. Las críticas las vinculo a intereses que son un freno para crecer, no solamente en el fútbol sino también en un montón de áreas. Me molestan las críticas que no se basan en el fundamento del conocimiento. No pierdo tiempo en escucharlas, tengo que hacer foco en Independiente".
“No tuve las aptitudes para jugar pero ahora lo estoy disfrutando como entrenador”, dijo
Aunque sus inicios en el hockey para luego insertarse en el fútbol cada vez son más conocidos, el técnico de Independiente destacó el deporte del stick y la bocha "fue un medio para conseguir un fin, que era ser entrenador del fútbol. Le dejé gran parte de mi vida, haciéndolo a un nivel muy intenso. Le agradezco la capacitación que tuve para formarme como entrenador".
Señaló además: "No sentí el rigor del paso del hockey al fútbol. Tuve la posibilidad de intercambiar ideas con varios entrenadores, y siento un respeto profundo del medio. Siempre hay operaciones, como en la política, de intereses que circundan, pero uno tiene que saber que son las reglas del juego".
Allá por 2003 se inició realizando análisis de videos con Jorge Burruchaga primero y en Argentinos Juniors después. "Luego vino la oportunidad de River, que fue casi que un posgrado en Cambridge en el cuerpo técnico de Almeyda. Tras eso fuimos a Banfield y comencé en la Reserva. Después vino la posibilidad de dirigir en Defensa y Justicia, donde tuve 18 meses inolvidables y gracias al trabajo que hicieron mis futbolistas, estoy cumpliendo el sueño de mi vida en Independiente".