"Que el fútbol no arranque desde hace un mes en el país de Messi y Maradona es un dato insólito para un extranjero como yo. Con sólo seis meses en el país no termino de acostumbrarme a contradicciones como ésta". Así empieza el texto compuesto por Daniel Pardo, corresponsal colombiano de la BBC en Argentina, en La Nación.
Y razón no le falta. Algunos dirán que las idas y vueltas y divisiones que genera nuestro fútbol son dignas de una película de cine, pero realmente existen tantos capítulos que no alcanzaría un largometraje y habría que volcarlo directamente a una extensa novela.
El periodista que escribe para la cadena inglesa lanzó otra nota en la que explica los detalles de la guerra que se desató hace rato y tiene más de dos bandos: dirigentes, Gobierno, AFA y Agremiados. "Es un teatro de lo absurdo", para él.
Pardo no tiene dudas de la corrupción que reina en nuestro fútbol y se animó a compararla con la del fútbol colombiano durante los 80 y 90, cuando los narcos se adueñaron de la pelota e hicieron y deshicieron a su antojo.
"Nunca pensé que detrás del Boca del Patrón Bermúdez, del River de Juan Pablo Ángel, del Independiente de Faryd Mondragón, hubiera semejante abigarrado de intereses, versiones y peleas", sentenció en otras de sus líneas, fijándose también en que sindicatos, gremios, gobierno, oposición, medios, empresas y presentadores de televisión deben pactar, opinar y salir en televisión para que arranque el fútbol.
La triste imagen que da nuestro fútbol en todo el mundo queda en evidencia. "Hasta en la ferretería de la esquina hay internas", ironiza el cronista. Sí, en el país de Messi y Maradona.
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