Ute Lemper: "Soy un espíritu libre que no puede ser reducido a ningún tipo de influencia, nación o herencia"

La notable cantante alemana se presenta hoy y mañana en el CCK para presentar su nuevo trabajo. Antes de llegar a la Argentina, habló por teléfono desde Nueva York con Infobae.

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(Fede Kaplun)
(Fede Kaplun)

Ute Lemper atiende desde su departamento de Nueva York donde reside hace años. Nos pide por favor unos minutos porque está con sus hijos. Es una diva de la canción que, como pocas (o pocos) intérpretes pudo atravesar un siglo: ir desde "Lili Marlene" y la obra de Kurt Weill y -a través de Scott Walker o Jacques Brel- llegar hasta la contemporaneidad de Nick Cave y Elvis Costello. Artistas cuya expresividad lírica la han influenciado para componer sus propias canciones. Éste "Angel azul" (como el hipnótico personaje de Marlene Dietrich, femme fatale de la noche alemana y cabaretera del clásico de Josef von Sternberg) en sus últimos discos se ha dedicado a musicalizar textos y poesías de autores como Paulo Coelho, Pablo Neruda y Charles Bukowski: "The 9 Secrets" y "Forever: Forever: The Love Poems of Pablo Neruda". "Between yesterday and tomorrow", entre el ayer y el mañana (nombre de uno de sus álbumes) podría llamarse al corpus de una autora (no tanto como compositora, sino como artista, con un estilo y visión propios) insoslayable de nuestros tiempos. Hoy y mañana domingo 1 de octubre, a las 20 hs. en la Sala Sinfónica del CCK y con entrada gratuita, Lemper presentará "Songs from the broken heart".

Se trata de una selección de canciones propias y de canciones de Leo Ferré, Tom Waits, Philip Glass y Kurt Weill y los mencionados Brel y Cave entre otros. No la acompañará el extraordinario bandoneonista Marcelo Nisinman que la escoltó en el homenaje a Neruda, pero el ensamble que la complementa es impecable: Victor Hugo Villena en bandoneón, Cyril Garac en violín, Werner Gierig en piano, Romain Lecuyer en bajo y Todd Turkisher en batería.

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-Su espectáculo "Songs from the broken heart" tiene un sentido bastante noir y al mismo incluye canciones bellísimas. ¿Cómo lo relaciona con escritores de la talla de Charles Bukowski y Pablo Neruda?

-Neruda y Bukowski fueron ambos "outsiders" de la sociedad, nunca aceptados del todo. Artistas de almas y mentes torturadas que sobrevivieron a un vacío profundo colmándolo con deseo y eros. Provienen de culturas muy distintas, pero en mis conciertos yo me siento una médium en la que hallan su voz a través de mí. Y otros artistas como Tom Waits, Nick Cave y Philip Glass también tienen su momento destacado en mis conciertos. Sin embargo, no creo que se trate de un espectáculo oscuro, sino más bien uno que se conecta con el alma: es un show desnudo, verdadero. Y todos pueden conectarse con el abismo, la urgencia, la belleza y la pena de las historias que cuento a través de todos ellos.

-Al no ser el castellano su lengua materna: ¿qué es lo que más le ha interesado del tango? ¿La música, la danza, acaso la melancolía que rodea sus letras?

-Para mí es mucho más fácil conectarme con el "Nuevo tango" de Piazzolla que con el tango tradicional. Astor Piazzolla tiene toda esa poesía existencialista de Horacio Ferrer que me hace rememorar tanto a los chansonniers franceses. Pero por supuesto, el tango tiene su propia voz y atrapa con sus melodías. Es un clamor, una voz alocada, sexy, enojada, hambrienta y tan apasionada con esas implosiones y explosiones que se manifiestan a través de todos sus clásicos.

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-Con respecto al espectáculo que viene a presentar, "Songs from the Broken Heart" (Canciones desde el corazón fracturado) ¿no encuentra paradójico que en la historia del arte autores sumamente románticos hayan escrito de manera racional sobre cómo crear una obra apasionada? Pienso en Nick Cave y su ensayo "The secret life of the love song" o en Edgar A. Poe y su texto "Filosofía de la composición" en los que repasa los resortes creativos de su clásico "El cuervo".

-No me parece una paradoja en absoluto. El último momento de paz, de descanso de todos los pensamientos atormentados y de las dudas que nos acechan, reside en el afecto y en las reflexiones románticas que podamos hacer de ellas. Es el ying y el yang, la bella y la bestia de la vida, y su constante movimiento entre esos dos polos. Creo que la celebración del amor y del romanticismo incluye el reconocimiento de la oscuridad. Y la verdadera literatura romántica conecta directamente con todo ello.

-¿Por qué piensa que, un siglo después, la tradición de Cabaret que usted volvió recrear, oriunda de la época de la República de Weimar, es aún tan rica y poderosa en nuestros días? ¿Es acaso por el impacto político que tuvo?

-Fue el más avanzado y progresivo período del arte para el pensamiento, la libertad de expresión, la sátira política, el movimiento feminista, la emancipación y la libertad sexual. Luego de que los nazis destruyeran toda esta ilustración, llevó mucho tiempo reencontrarse con su legado en un país que después de la guerra se convirtió en un aldea provincialista y destrozada por el conflicto. Y al resto del mundo le costó ver que Alemania había producido, antes de su debacle nazi, una de las culturas más excitantes de la historia: el país estuvo estigmatizado y declarado "maligno" por mucho tiempo. Perdió su identidad en la guerra fría. Volver a construir esos puentes temporales con su pasado esplendoroso y libertario pre-nazi no fue fácil. Pero no podía ser de otra manera cuando el mismo pueblo alemán habían vendido su alma a Hitler. Creo que el mundo tenía derecho a mirarnos así.

(Laura Szenkierman)
(Laura Szenkierman)

– ¿Y cómo la influenció la música de aquella era?

-La obra de Kurt Weill me atrapó desde joven. Yo era una mujer alemana en los 80, que vivía en Alemania occidental y trabajaba en el teatro. Y sentí a través de sus obras todo ese absurdo de la situación de la posguerra y de pre-guerra. Sobre todo, cómo un pueblo y sus ciudadanos pueden manipularse a través de la propaganda. Sus puestas fueron una verdadera revolución cultural, política, filosófica, teatral… Influenció a compositores como Kander y Ebb en sus obras para el teatro musical de Broadway y la propuesta de "Chicago" o "Cabaret". El legado de Brecht y Weill también se respira en Tom Waits, Sting y muchos artistas pop. La desnudez de su estilo y el mensaje de igualdad de derechos y status de todos los seres humanos, así como el acceso a la protesta y a la lucha contra la injusticia y la explotación perdura hasta nuestros días. Mi identidad artística se formó en aquellos años en los que descubrí a ambos autores, pero también luego en París y ahora y desde hace veinte años en Nueva York, donde vivo actualmente. Soy un espíritu libre que no puede ser reducido a ningún tipo de influencia, nación o herencia. Y, sin embargo, siento muchas responsabilidades por llevar esa herencia alemana.

-¿Piensa que su espectáculo pide un tipo de público con una formación por arriba de la media intelectual, un oyente culto?

-Yo les canto a todos. Celebro la conexión universal de la belleza y los sufrimientos de la vida, que por lo general también están determinados por la opresión social y otras inestabilidades. Mis canciones son a menudo sobre la vida, sin pretensiones. Y otras veces, sobre culturas decadentes que alimentan los dolores de la humanidad. Soy una madre de cuatro hijos, trabajo duramente y tengo sueños y esperanzas, pero también una decidida consciencia de la realidad. Agradezco cada instante de felicidad, paz y salud y sé que solo somos apenas una coincidencia llamada vida, un pequeño rizo en el tiempo.

-¿Qué la inspira de la actualidad?

-Todo me inspira. La vida me asombra cada día desde que me levanto. Para bien o para mal.

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*Ute Lemper presenta Songs from the broken heart, en dos funciones

Sábado 3 de septiembre y domingo 1 de octubre , 20h, Sala Sinfónica del CCK

·Entrada gratuita· Los conciertos se pueden ver en vivo a través de www.cck.gob.ar

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