Hay un ministro que no se relaja ni camina tranquilo por las calles de la Ciudad. Se trata de Eduardo Macchiavelli, a cargo de Ambiente y Espacio Público. Claro, casi todo lo que tiene a cargo está a la vista y se topa paso a paso con lo que solucionó y con problemas. El jueves salió con Lilita Carrió y otros candidatos de Vamos Juntos por los alrededores de la ex fábrica de Canale donde tienen dependencias varios ministerios, incluido el suyo. Cruzaron a Parque Lezama y Macchiavelli contó a la candidata a diputada que los vecinos se opusieron a la colocación de rejas y que en el Gobierno, finalmente, escucharon y acataron el pedido. "Hicimos bien en escucharlos", siguió el funcionario mientras mostraba el parque a Carrió. "¡Está divino!", exclamó ella al tiempo que Macchiavelli se agarraba, figurativamente, la cabeza.
¿Qué pasó? Que mientras caminaban desde Martín García hacia Defensa el ministro se topó con una campana (container verde para la basura reciclable) totalmente sucia. "A metros nuestro, ¿cómo puede ser?", se quejó el propio funcionario. Un poco más allá vio un cartel oxidado y repitió, palabras más, palabras menos, lo mismo.
Después de varias selfies, de tomar café en un bar con Carrió y equipo, el ministro desanduvo sus pasos y al llegar a su oficina preguntó por qué se topó con lo que se topó. "Me dio bronca", confesó. Sobre la 'campana', él mismo recordó que en toda la Ciudad hay 2500 y que todavía los vecinos mezclan residuos reciclables con los que no lo son. Sobre la cartelería le informaron que falta terminar un proceso de licitación. "Apuremos", pidió a sus colaboradores ya un poco más tranquilo a la vuelta del paseo con Carrió.