Unas 50 personas festejaron los 80 años de Fernando de la Rúa en el Pur Sang de Quintana 191. Picada bien servida, calentinos y champagne y buenas bebidas acompañaron el festejo organizado solo para los íntimos. Estaban con el ex presidente y su mujer Inés Pertiné sus tres hijos, Agustina, Antonio y Fernando, además de sus nietos, por supuesto. Tan reservado el evento del viernes 15 que la fiesta terminó temprano, justo a la medianoche. Entre los elegidos, hubo dos ex ministros del gobierno de la Alianza, Nicolás Gallo y Héctor Lombardo, de Infraestructura y de Salud respectivamente. Dicen que no se habló de política, raro, pero tal vez se haya evitado para mantener amena la velada. Y de hecho amena fue, sobre todo cuando apareció alguien con una guitarra que le alcanzó al ex diputado Luis Uriondo, quien sin amedrentarse la tomó, la afinó y empezó a rasgar sus cuerdas mientras Vitillo Ábalos, de Los Hermanos Ábalos, acompañaba con el bombo. Aplaudía al lado de ellos María Cristina Guzmán mientras alguno destacaba los 95 de Vitillo y sus ganas intactas de tocar. "Somos grandes", dijo uno de ellos, y a la hora en que la carroza de Cenicienta vuelve a ser calabaza, todos se fueron yendo.
50 invitados para los 80 de De la Rúa
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