La sequía histórica traería pérdidas de más de 10 millones de toneladas de maíz y soja

La Bolsa de Comercio de Rosario estimó 5,5 millones de toneladas menos de producción de soja y 4,9 millones de toneladas menos de maíz por falta de lluvias y elevadas temperaturas

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Se estiman pérdidas asociadas a estrés hídrico en la región central en 720 mil hectáreas.
Se estiman pérdidas asociadas a estrés hídrico en la región central en 720 mil hectáreas.

Teniendo en cuenta su último informe publicado el 10 de enero, la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario realizó un recorte en sus proyecciones para la campaña gruesa por los efectos de la sequía que afecta a la región núcleo del país, principalmente al centro bonaerense, centro – norte de Santa Fe, norte de Entre Ríos, La Pampa y norte de Córdoba. En el norte del país, por el contrario las lluvias han sido muy intensas, extendiendo las fechas de siembra fuera de los momentos más indicados. Los cultivos están en etapas vegetativas con buenas condiciones, lejos de la problemática que acecha a la región pampeana.

“La falta de precipitaciones, que durante dos semanas se ausentaron casi completamente de la región pampeana, el ambiente caracterizado por el bajo nivel de humedad ambiente, los vientos y las altas temperaturas, lejos de acompañar las etapas más exigentes del cultivo, elevaron el estrés hídrico”, señala el informe.

Esta situación complicó a la soja de primera en sus etapas de floración, formación de vaina, y llenado de granos, avivando los abortos de flores, vainas y hojas. Por su parte la soja de segunda que estaba saliendo de las etapas vegetativas, con raíces que no podían acceder a estratos profundos, ha mantenido un crecimiento a bajísimas tasas.

Ante este panorama de una soja muy comprometida por la falta de precipitaciones y los maíces tardíos atravesando sus etapas críticas sin la presencia de agua, la bolsa rosarina realizó un recorte de 5.500.000 de toneladas de soja que queda en 46.500.000 toneladas y un recorte en maíz de 4.900.000 toneladas, para quedar la estimación de cosecha en 35.000.000 de toneladas.

Por su parte las estimaciones de rendimientos muestran cifras que evidencian los serios problemas productivos. "En Entre Ríos, la soja se alzaría apenas con 20 quintales de promedio provincial. En Buenos Aires, el rinde promedia 26,6 qq/ha, casi 5 quintales menos que el año pasado. Córdoba le sigue con una marca de 27,2 quintales y Santa Fe encabeza las mejores expectativas relativas con 30,6 qq/ha. A nivel nacional, el rinde promedio está muy lejos de los casi 32 qq/ha del ciclo pasado. La producción unitaria nacional está estimada en 26,8 quintales. En el cultivo de maíz, se destaca la caída en la productividad unitaria nacional, que se estima en 64,4 qq/ha, esto es 9,1 quintales por debajo de la cifra del informe de enero. Sin ajuste en las cifras de superficie, esto significa una producción nacional estimada en 35 millones de toneladas", señala el informe de la Bolsa de Rosario.

Al momento de analizar el estado de los cultivos de la campaña gruesa, la BCR sostiene que en soja "la falta de agua se recrudeció en febrero y dejó en condiciones de estrés termo hídrico muy grave la definición del rinde de soja en regiones claves de Argentina. La moderada a escasa oferta hídrica que venía desarrollándose a pequeña escala territorial, desapareció por dos largas semanas. Si bien hace unos diez días volvieron a activarse algunos fenómenos regionales, la altísima consistencia de los centros de alta presión impide la llegada de lluvias generalizadas con montos significativos. Esto ha tenido consecuencias muy serias para la campaña".

Por su parte el maíz, "la falta de agua dominó durante enero, pero los maíces sembrados en fechas tradicionales cumplieron sus etapas finales ayudados por las reservas hídricas de las profundidades de los suelos. Pero en febrero, lejos de atenuarse los problemas por la falta de agua, se acentuaron las condiciones de sequía. De este modo se están desplomando las expectativas que había al principio de la campaña, y los cultivos tardíos tienen comprometido entre el 30 y 60% de su potencial de rendimiento".

Las precipitaciones no son suficientes para palear la fuerte sequía de la región núcleo.
Las precipitaciones no son suficientes para palear la fuerte sequía de la región núcleo.

Sequía afecta lechería y economías regionales

Si hay dos actividades que siguen aguardando medidas oficiales para resolver sus problemas de competitividad y rentabilidad, son las economías regionales y la lechería. Actividades que también sufren los efectos de la sequía.

La lechería afectada por la elevada presión impositiva, aumento de costos y precios al productor estancado, enfrenta un período de sequía donde por la falta del pasto verde que consumen las vacas, los productores utilizan las reservas de alimentos que tenían proyectado utilizar durante el próximo invierno, lo que va a generar un impacto en los costos.

En Entre Ríos, María Guadalupe Vivanco, presidente de la Sociedad Rural de Nogoyá, en diálogo con Infobae comentó que en su zona la falta de precipitaciones derivó en una caída del 30% de la producción de leche y reclamó a las autoridades nacionales y provinciales la declaración de la emergencia agropecuaria.

Sobre las economías regionales, en un comunicado de prensa Coninagro alertó sobre la situación complicada por la que atraviesa la producción de cítricos. Falta de lluvias y elevadas temperaturas complican el panorama de las zonas citrícolas de Corrientes.

“Productores cooperativos afectados indican que desde noviembre hasta la fecha solo han caído 170 milímetros, cuando la media mensual es de 140/150 milímetros. En tanto, informaciones técnicas indican que la evaporación es de 14mm. por día con lo cual en 12/13 días desaparecerá toda el agua que cayó en los últimos tres meses y medio”, resalta el comunicado de Coninagro.

Ante esta situación, la entidad agropecuaria reclamó la implementación de un seguro multirriesgo "para garantizar futuras campañas, y no se prevén herramientas de financiamiento para pasar la presente coyuntura, la producción citrícola argentina corre riesgos de reducirse severamente".