De un descapotable inoportuno al sello de una revista mítica, el curioso origen de Playboy

Antes de que se transformara en una publicación para adultos, Playboy era el nombre de una compañía automotriz que desapareció joven: la época de posguerra se complotó contra los intereses de los fundadores de la Playboy Motor Car Corporation. Cómo inspiró el excéntrico imperio de Hugh Hefner

Compartir
Compartir articulo
El logo de Playboy Motor Car Corporation, una compañía que desapareció cuatro años antes de que Hugh Hefner publicara su primer ejemplar bajo el sello Playboy
El logo de Playboy Motor Car Corporation, una compañía que desapareció cuatro años antes de que Hugh Hefner publicara su primer ejemplar bajo el sello Playboy

Murió Hugh Hefner a los 91 años. Emblemático fundador de una revista que inspiró un culto, un reinado, un lenguaje, un estilo de vida. La denominación Playboy -hoy arraigada al vocablo popular- fue a principios de la década del cincuenta una sugerencia de Eldon Sellers, amigo por entonces de un entusiasta y ambicioso emprendedor que soñaba con fundar un nuevo formato de entretenimiento masculino. En 1953, Playboy publicó su primera entrega con la imagen de Marilyn Monroe en portada. Seis años antes, Playboy era otra cosa: un fabricante de autos.

La leyenda es documento fidedigno del propio Hugh Hefner. En época de posguerra, Louis Horwitz, extrabajador de un concesionario Packard, Charles D. Thomas, ingeniero de Pontiac, y Norman Richardson, avezado mecánico, fundaron en Buffalo la Playboy Motor Car Corporation. El propósito estaba definido: construir un vehículo práctico, delicado, atractivo que no supere los mil dólares. La idea era comercializar el primer descapotable industrial estadounidense con techo duro retráctil que funcionara como un singular segundo auto de las familias con economías sólidas.

La Playboy Motor Car Corporation creó 97 prototipos que nunca se pusieron en venta
La Playboy Motor Car Corporation creó 97 prototipos que nunca se pusieron en venta

El deseo comercial de los fundadores de Playboy fue inoportuno. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, ofrecer un segundo vehículo familiar a la población mundial fue una práctica insolvente. Las expectativas confrontaron con el tiempo político: el convertible de Playboy era, a su modo, un auto rupturista. Con prestaciones nada despreciables para la época. Montaba un motor de cuatro cilindros firmado por Continental de 40 CV capaz de alcanzar 121 kilómetros por hora y una aceleración de cero a ochente kilómetros por hora en 17 segundos.

De 1947 a 1949, desarrollaron 97 unidades artesanales antes de que pudieran ingresar en producción en serie. Sin embargo, ningún ejemplar fue finalmente vendido: todos se destinaron para exhibición, seducción de inversiones y pruebas de manejo. Hacia finales de década, la Playboy Motor Car Corporation desapareció por ser contemporáneo a una época compleja. El experimento de segundo automóvil requería una inyección de capital que ningún inversor interpretó coherente para esos años.

Hugh Hefner fue un gran apasionado por las mujeres y por los barcos: siempre llevaba su gorra de capitán (Photo by Rachel Murray/Getty Images for Playboy)
Hugh Hefner fue un gran apasionado por las mujeres y por los barcos: siempre llevaba su gorra de capitán (Photo by Rachel Murray/Getty Images for Playboy)

La compañía pereció joven. El sueño duró tres años, pero dejó un legado inesperado. Eldon Sellers, hijo de una trabajadora de la Playboy Motor Car Corporation, fue quien le recomendó el nombre a su amigo de la infancia, un tal Hugh Hefner. De un revolucionario convertible al inconfundible sello de una revista mítica, el camino de Playboy.

LEA MÁS:

Murió Hugh Hefner, el fundador de 'Playboy'

Quién es Cooper Hefner, el joven heredero del imperio Playboy

Las 15 portadas más sensuales en la historia de la revista 'Playboy'